Kristel Candelario, la mujer de Ohio que dejó a su hija de 16 meses sola en un corral en su casa durante 10 días el verano pasado mientras se iba de vacaciones, fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por una corte de la ciudad de Cleveland.
El 22 de febrero Candelario, de 32 años, se declaró culpable de asesinato con agravantes y de poner en peligro a un menor como parte de un acuerdo de culpabilidad con los fiscales del condado de Cuyahoga, quienes acordaron desestimar dos cargos extra de asesinato y un cargo de agresión grave.
Cuando regresó 10 días más tarde, encontró el cuerpo de la menor en el corral donde la había dejado.
Los socorristas encontraron que la niña estaba «extremadamente deshidratada» y la declararon muerta poco después de llegar.
Una autopsia realizada por la oficina del médico forense del condado de Cuyahoga determinó que la niña había muerto de hambre y por deshidratación grave.
El máximo acto de traición
«Como corte, tengo la obligación de recordar a Jailyn, algo que no hiciste», dijo Brendan J. Sheehan, juez de la corte del condado de Cuyahoga, a la acusada durante la audiencia de sentencia.
«Así como no dejaste salir a Jailyn de su encierro hasta que murió, así también deberías pasar el resto de tu vida en una celda sin libertad. La única diferencia será que en prisión serás alimentada y te darán los líquidos que le negaste», agregó Sheehan.
«Dejar a tu bebé aterrorizada, sola, desprotegida para que sufra lo que escuché fue la muerte más espantosa imaginable, sin comida, sin agua, sin protección y tirada sobre sus propias heces», dijo el juez.
“Esto no fue simplemente un descuido. Pudiste haberle salvado la vida a Jailyn muchas veces, pudiste haber encontrado a alguien que la cuidara mientras no estabas, pudiste haberla llevado contigo. Mientras estabas en Detroit o Puerto Rico, pudiste haber llamado a alguien en Cleveland y decirle que Jailyn necesitaba ayuda».