Editorial por Luis Molina
El pasado miércoles 20 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Infancia, esta es una fecha que nos invita a reflexionar sobre la situación de los niños y niñas en todo el mundo y la urgente necesidad de preservar sus derechos.
Este día no solo conmemora los derechos de los niños, sino que también nos recuerda que, a pesar de los avances logrados, millones de niños siguen enfrentando situaciones de vulnerabilidad y abuso.
Los derechos de los niños son fundamentales para su desarrollo integral y bienestar. Estos derechos incluyen el derecho a la educación, a la salud, a la protección contra la violencia y a un entorno seguro y saludable. Sin embargo, en muchas partes del mundo, estos derechos son ignorados o violados.
La pobreza, los conflictos armados, la discriminación y la falta de acceso a servicios básicos son solo algunas de las barreras que impiden que los niños disfruten de una vida digna y plena. Según datos de UNICEF, más de 150 millones de niños en el mundo viven en condiciones de pobreza extrema.
La infancia es una etapa crucial en la vida de cualquier persona, y es nuestra responsabilidad como sociedad garantizar que todos los niños tengan la oportunidad de crecer en un entorno que fomente su bienestar y desarrollo. La educación es otro derecho esencial que debe ser garantizado.
La falta de acceso a una educación de calidad perpetúa el ciclo de pobreza y limita las oportunidades futuras de los niños.
En conclusión, no hace falta un recordatorio de que debemos actuar para proteger y promover los derechos de los niños y niñas en todo el mundo, muchas veces podemos actuar desde lo local o lo regional.
Si usted ve a un niño en esta situación apoye desde sus posibilidades, ya sea con comida, con dinero, con palabras de aliento y sobre todo no permitiendo el abuso.
