GRAND RAPIDS, MI.- Por Héctor Loya/ El Informador
El viernes 20 de diciembre por la mañana, el fiscal del condado de Kent, Chris Becker, anunció que ninguno de los oficiales involucrados en el tiroteo del 8 de noviembre en el cual un hombre perdió la vida enfrentará cargos.
Por su parte el fiscal también revelo que Henry Wymer, el hombre que murió dejó una nota suicida, arrojando luz y planteando más preguntas sobre la situación que llevó a su muerte.
Mediante un comunicado de prensa el fiscal revelo que los oficiales del Departamento de Policía de Grand Rapids (GRPD) se dieron cuenta por primera vez de Wymer agitaba una pistola cerca del Trinity Health Hospital el 8 de noviembre.
El oficial Watkins encontró a Wymer y, al notar que sostenía un objeto con forma de pistola en la cabeza, salió de su patrulla y le gritó a Wymer que soltara el arma.
En lugar de eso, Wymer gritó «Dispárame» y se paró en el cruce de peatones desde la acera.
Se acercaron otros tres patrulleros del GRPD, uno de ellos se acercó a Watkins desde el norte y dos desde el sur. Los agentes Carlson, Plasterer y Zuby comenzaron a repetir las exigencias de Watkins de que soltara el arma.
37 segundos después, una llamada de la radio: «Me está apuntando con un arma» y sonido de disparos.
«Cuando me estaba agachando, tenía la mano en la radio para transmitir información cuando vi lo que identifiqué como la boca de una pistola que sobresalía de entre las manos del sujeto», dijo Bates a los investigadores en su declaración. «Con mi mano ya preparada para transmitir por radio, dije que me estaba apuntando con el arma por la radio».
Los médicos forenses encontraron que Wymer tenía siete heridas de bala en el pecho, el abdomen y la parte superior de las piernas.
Sobre su cuerpo se encontró un encendedor Clickit que claramente parecía una pistola y una nota que decía lo siguiente:
«Última voluntad y testamento: Comí en McDonalds y pedí usar este bolígrafo. No pude encontrar testigos, pero estoy medicado y esto es lo que quiero que suceda».
La investigación de la Policía Estatal de Michigan (MSP) mostró un video de Wymer en un McDonald’s poco antes de las 9 p.m., comprando comida.
Otra nota escrita con crayón se disculpa con GRPD y les agradece por «preocuparse y cuidar».
El tercero, escrito a máquina, detalla su lucha por conseguir ayuda para su salud mental y sus pensamientos suicidas. Debajo, garabateado, se puede leer: «Realmente no puedo ser violento, soy Hank».
La investigación de MSP descubrió que Wymer había sido dado de alta del Hospital Trinity Health ese mismo día y, «en el calor del momento, el trabajador social que estaba en la escena en la sala de traumatología» hizo un comentario a un oficial indicando que Wymer había hecho declaraciones suicidas durante su estancia en el hospital.
«Es una tragedia terrible», escribió el fiscal Becker. «Es evidente que el señor Wymer tenía antecedentes de problemas de salud mental. Es extremadamente difícil determinar si se encontraba en el estado mental adecuado cuando se comportó como lo hizo esa noche».
Becker citó un precedente de legítima defensa establecido por la ley de Michigan en virtud de la Ley de legítima defensa y una opinión judicial histórica que afirma que la creencia en la legítima defensa «no tiene por qué ser correcta. La legítima defensa justifica el uso de fuerza letal en respuesta a una creencia honesta y razonable de que dicha fuerza es necesaria para evitar la muerte o un gran daño corporal, incluso si esa creencia es errónea People v Shelton 64 Mich App 154 (1975)»
«Nunca habrá una respuesta completamente clara sobre por qué sucedió esto, sin embargo, está claro para cualquiera que trabaje en seguridad pública que, si bien hemos hecho mucho en esta comunidad para mejorar las interacciones entre las fuerzas del orden y las personas con problemas de salud mental, algo como esto puede ocurrir en cualquier momento», escribió Becker el viernes. «Nuestra comunidad debe seguir siendo consciente de este problema y seguir trabajando en formas de ayudar a las personas con problemas de salud mental para que situaciones como esta no vuelvan a ocurrir».
La Policía Estatal de Michigan investigó el tiroteo y los tres oficiales involucrados fueron puestos bajo licencia administrativa mientras se investigaba el incidente. GRPD dijo que esos tres oficiales han sido reintegrados a sus funciones a tiempo completo.
