Opinión por Juan Carlos Valderrama
El Fiscal general del departamento de justicia, Jeff Sesiones, el martes, 5 de setiembre del 2017, a horas 11:03 aproximadamente, desde Washington, por encargo del presidente Donald Trump, se encargó de Derogar o rescindir el programa Daca, Programa de Acción Diferida DACA o Programa de Deportación diferida, que otorgaba un status legal renovable cada 2 años, permisos de trabajo temporal, licencia de conducir del estado, número de seguro social, servicio médico, identificación del estado entre otros beneficios cumpliendo así con una promesa de campaña del candidato, hoy presidente, Donald Trump .
El 15 de junio del 2012, el presidente Barack Obama con una acción ejecutiva, debido a la inacción del congreso, sustenta DACA, el mismo que se fundamenta en la presión de las organizaciones comunitarias y la lucha de los propios jóvenes y sus padres.
Y se venció el Programa de Acción Diferida DACA dejando decepción, frustración, tristeza, lagrimas, decenas de marchas de protesta, reportajes a una multitud de analistas, juristas y un sin número de suposiciones, en algunos lugares actos de desobediencia civil y un gran pánico y miedo entre sus beneficiarios debido a la perdida de protección legal.
Pero nada de esto debió sorprendernos pues esta era una medida temporal, como colocar una curita para sanar a un enfermo de cáncer terminal; este es un gran problema pues el sistema de inmigración está roto o quebrado.
Ante la incertidumbre de los soñadores de DACA frente a su Derogación por motivos jurídicos y constitucionales, Sara Sanders, Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, afirmó que no habrá deportaciones masivas y que no son prioridad de deportación dichos jóvenes.
El expresidente Barack Obama respondió: “Hoy la sombra de la deportación vuelve a planear sobre algunos de nuestros más brillantes jóvenes, ir tras de ellos es un error porque no han hecho nada malo, es autodestructivo porque ellos generan negocios, proveen de personal a nuestros laboratorios, sirven en nuestro ejército y de otras muchas maneras contribuyen al país que amamos y es cruel.”
A lo que el presidente Donald Trump manifestó en conferencia de prensa, “…los llevo en mi corazón, siento mucho amor por ellos, la gente cree que son niños, pero en realidad son adultos jóvenes, los amo. Ahora el congreso puede ayudarlos de manera apropiada y es que puedo decir que he hablado con legisladores que quieren hacer algo, y hacerlo bien. En realidad, no tenemos opción, tenemos que hacer algo y creo que saldrá; en el largo plazo es la solución correcta.
Es el momento de una Reforma Migratoria Integral Comprensiva. El Congreso tiene 6 meses para dar solución a lo que, por décadas, se mantiene en estado de espera. Existen proyectos bipartidistas, es decir, elaborados por Demócratas y Republicanos, y como dice Sara Sanders, Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, “el presidente Trump espera que no sea solo un proyecto para soñadores, sino que incluya más temas.”
Algunos sostienen que el presidente realizó un ejercicio inconstitucional de su autoridad. Hoy es el momento, esto no acaba aquí, existe un plazo de 6 meses que se vence el 5 de marzo para que el Congreso, a través de un acuerdo entre el Senado y la Cámara de Representantes, brinde una solución permanente. Debemos arribar a ella con un proyecto de Reforma Migratoria Integral Comprensiva, no vamos solo por los 800,000 beneficiarios, vamos por todo. El reelegido presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, deberá someter a debate uno de los Proyectos Bipartidistas existentes y todos deberemos apoyarlos por los 11 millones aproximadamente de inmigrantes. El momento es ahora.