¿Cuándo fue la última vez que le diste un abrazo a esa persona que tanto amas sin razón alguna? ¿Fue ayer, antier, la semana pasada, hace un mes, hace un año o ni siquiera te acuerdas?
¿Por qué son tan importantes los abrazos? Bueno, porque cuando te dan o das un abrazo, la mayoría de las veces no se dice nada, el abrazo solo se siente y la reacción es mucho mejor que si te hubieran dicho mil palabras.
Por eso, cuando alguien te diga: «No me digas ni me preguntes nada, solo abrázame», abraza a esa persona y entonces verás lo que tu abrazo logrará. Los abrazos son una expresión de amor. Y de acuerdo a varios autores, entre los cuales podemos encontrar a Walter Riso, el amor puede ser del tipo “eros”, “ágape” o “filios”. El “eros” es el amor pasional, el “ágape” es el amor desinteresado hacia las demás personas, y el “filios” es el amor “familiar”. Los abrazos se inventaron para que las personas sepan que las amas si necesidad de decir nada.
Y es que un abrazo puede ser terapéutico. Trátalo y te darás cuenta.
Algunos beneficios que se pueden alcanzar con los abrazos son:
- Los abrazos calman el dolor.
- Reducen el estrés.
- Curan la depresión.
- Rejuvenecen el corazón.
- Nos rescatan de la soledad.
- Guían el auto conocimiento potenciando la autoestima.
- Facilitan los desbloqueos físicos y emocionales.
- Nos permiten vivenciar la integración de cuerpo, mente y emociones.
- Nos hacen sentir empatía.
- Nos sitúan plenamente en el Aquí y el Ahora.
- Favorecen la comunicación afectiva con nosotros y con la persona que abrazamos.
- Estimulan la gratitud.
- Despiertan la creatividad.
- Impulsan a una actitud pro-activa en la vida.
- Conectan con la intuición.
- Favorecen el entrenamiento de respuestas asertivas.
- Devuelven la ilusión, la alegría y el buen humor, puesto que la risa es su fiel compañera.
- Le brinda reconocimiento y protección a nuestro “niño interior”.
Así que no te de miedo dar un abrazo, es una de las mejores cosas que puedes dar y lo mejor no cuesta.