Washington, 24 jul (ELINFORMADORUSA/EFEUSA).- Cerca de un millar de jóvenes estudiantes, futuros activistas, se plantaron hoy a los pies del Congreso para gritar «basta» contra la política migratoria del presidente Donald Trump, especialmente sobre la separación familiar.
De la mano de la Unión Americana de Derechos Civiles (ACLU), alumnos de secundaria de todo el país participantes en el campamento de verano impulsado por esta organización protestaron y demandaron a los congresistas de sus respectivos estados que tomen conciencia y acción sobre la crítica situación de los inmigrantes.
Con arengas contra la Servicio de Control y Protección de Aduanas (ICE, en inglés), encargado de ejecutar las deportaciones y las detenciones de inmigrantes, los jóvenes gritaron contra la Administración Trump, impulsora de una política de «tolerancia cero» en la frontera sur, que ha provocado la separación de hasta 2.500 niños de sus padres.
Daniela Zeledón, de 17 años y procedente de Iowa, es de madre mexicana y padre nicaragüense. Sus progenitores emigraron a Estados Unidos «en busca de una vida mejor» para ella y su hermana, y ahora que su situación ya se ha solucionado, quiere ayudar a otros.
«Tengo una opinión muy fuerte especialmente en inmigración porque yo he vivido los problemas, yo he vivido no saber inglés muy bien, y he visto a mi familia muy espantada de ser deportada. Y ya que hemos superado eso yo quiero poder ayudar a otra gente que ahora está donde nosotros estábamos», explicó Zeledón a Efe.
Emocionada, la joven no concibe el trato que el Gobierno ha dado a los menores inmigrantes en la frontera, separándolos de sus padres, y apela a la cualidad humana de toda persona.
«Ponen a los niños en jaulas, los tratan muy mal, y yo no quiero ver eso en esta nación, porque este es mi país, y quiero que todo esté bien para todos, y necesitan justicia, porque somos humanos. No importa si son legales o no, porque todos somos humanos», insistió con la voz quebrada.
Natalia Brillón tiene 15 años, vive en Nueva York, y fue su madre, de origen colombiano, quien encontró en esta experiencia algo significativo para el futuro de su hija, quien ahora está plenamente comprometida en la defensa de los derechos de los inmigrantes.
La adolescente decidió viajar a Washington para «pelear por los inmigrantes y los niños que están detenidos» tras ver de primera mano, en su propia familia, que quien hace un camino tan duro para llegar a otro país solo «trabaja muy duro» para tener una vida mejor.
«Me da mucha rabia que estén tratando a esta gente así porque no son criminales, solo quieren una vida mejor y yo quiero pelear por ello», reiteró.
Como Zeledón y Brillón, cerca de mil jóvenes asistieron a la protesta organizada dentro del campamento de verano de ACLU, una actividad que la organización lleva a cabo desde hace tres años y que, según explicó a Efe su portavoz, Gabriela Meléndez, pretende formar a las futuras generaciones sobre su capacidad de movilización para defender sus comunidades.
«Se trata de enseñar a estos estudiantes sobre los temas del día y cómo pueden usar su presencia en sus comunidades para luchar por los derechos de todos», detalló Meléndez sobre el programa, cuya participación es muy competitiva entre miles de solicitudes de todo el país.
Y es que no solo se limitaron a plantarse frente al Capitolio para alzar sus voces, también han recibido entrenamiento sobre cómo organizarse y movilizarse para defender sus derechos y se han reunido personalmente con sus representantes en el Congreso para hablar de este tema que tanto les preocupa y que ha conmocionado al país.