Los Ángeles, CA (EFE)
Una vendedora ambulante hispana de 80 años de edad despertó la solidaridad de los residentes de Fresno, en el Valle Central de California, después de ser asaltada por un hombre que se llevó parte de su mercancía y un pequeño radio. Una cuenta para recolectar fondos a nombre de Evelia Rodríguez rebasó en pocas horas este viernes los 5.000 dólares, en una historia que tocó a los residentes de la ciudad. La difícil situación económica que enfrenta Rodríguez la obliga a sus 80 años a salir a la calle a vender tamales, refrescos y papas fritas para llegar al fin de mes.
Pero este miércoles, la anciana fue víctima de un ladrón, que le robó parte de su mercancía. La policía de Fresno dijo que un hombre esperó a que la hispana le diera la espalda y luego robó cuatro paquetes de 12 gaseosas y su radio, reportó el canal ABC30. «No es justo, pero sucedió”, dijo Rodríguez al canal de noticias. Un día después del reporte, la anciana regresó a su esquina acostumbrada y vendió sus tamales en cinco minutos después de su llegada, y además recibió donaciones en efectivo.
También los buenos samaritanos le donaron un nuevo radio y una lata de gas pimienta para que se defienda de un posible nuevo ataque. La solidaridad de las personas la tomó por sorpresa, pero estaba muy agradecida, destaca el canal, que la entrevistó por segunda vez.
La inmigrante, que solo habla español, explicó a la prensa que la venta ambulante es “su forma de vida y así es como paga el alquiler». Rodríguez no sabe nada sobre las redes sociales; por eso una nueva sorpresa se llevará cuando se entere que recibirá más de 5.000 dólares en donaciones en una cuenta de Gofundme a nombre suyo.
Kat Peña, organizadora de la colecta, dijo en un mensaje que no esperaba la gran respuesta, y animó a la gente a seguir colaborando. En los últimos meses los asaltos a vendedores ambulantes y latinos de la tercera edad se han multiplicado en California, y la mayoría de los ataques se han realizado con lujo de violencia.
El pasado 19 de agosto Roberto Flores López, de 80 años, murió en Los Ángeles después de ser brutalmente golpeado en el baño de una tienda de abarrotes por robarle 20 dólares.
