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Padres que mandan solos a sus hijos a la frontera y terminan abandonados, ¿irresponsabilidad, ingenuidad o desesperación?

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La semana estuvo plagada, literalmente, de casos con niños abandonados en la frontera, en su mayoría por coyotes o polleros que sin ningún tipo de escrúpulos los dejaba a su suerte ya del otro lado del charco.

Esta situación simplemente nos parece una irresponsabilidad grandísima por parte de estas personas y de la actitud de los padres ni se digan, cómo es posible que dejen a su suerte a sus hijos con personas que no conocen y que a ciencia cierta nos atrevemos a decir que harían cualquier cosa por ganar dinero sin arriesgar su propio pellejo.

Que lastima ver la ingenuidad de los padres y todo porque piensan que ya con cruzar sus hijos estarán bien por las palabras del presidente Biden de que ningún niño sería abandonado a su suerte tal y como lo hizo su antecesor Donald Trump.

En opinión personal este medio de comunicación desaprueba rotundamente estas acciones e inclusive las tachamos de aberrantes ya que estos pobres niños no sólo están expuestos a ser abandonados a su suerte sino que también de sufrir  en el camino riesgos como ser robados, ultrajados, he incluso ser utilizados para fines maléficos .

Nomás de pensar el terror que pasaron estos pequeños al ser abandonados se nos enchina la piel y nos llena de rabia, porque bastaba con ver sus caritas llenas de pavor para entender que el fin no justifica los medios.

Por este motivo El Informador da a conocer su total desaprobación en estas prácticas y como medio de comunicación recomendamos a todo aquel padre que está pensando en hacer esto que se abstenga de hacerlo, a que recapacite dos veces antes de cualquier cosa y que busque métodos seguros de encontrarse con sus hijos, sabemos que los extrañan y quieren estar con ellos pero no a costa de riesgos innecesarios que podrían terminar en finales inesperados e incluso fatales, créanos si algo les llega a pasar a sus hijos será una acción que nunca se perdonarán y los atormentará toda la vida.