Editorial por Luis Molina
Hoy en día existe un sinfín de personas necesitadas en el mundo, desde personas en la calle, publicando en las redes sociales, familia, amigos y conocidos.
El dilema aquí es que a veces los ayudas y se convierte en un acto altruista, sin embargo, otras veces ayudas y las personas ven ya como tu obligación apoyarlos o simplemente se trata de una estafa solo para obtener su propio beneficio.
Hay personas que se pasan la vida pensando más en los demás que en sí mismos. Personas extremadamente empáticas y solidarias, cuya vocación consiste en ayudar a otros.
En lo familiar y social suelen convertirse en la persona de referencia a la que el resto de amigos acuden cuando padecen algún problema, o cuando necesitan dinero y son los primeros en ir al hospital cuando alguien sufre una enfermedad o ha tenido un accidente y echan una mano económicamente cuando alguien necesita ayuda de alguna manera.
Todos ellos suelen ser considerados “buenas personas” por su generosidad, altruismo y servicio a los demás. Sin embargo, este comportamiento aparentemente impecable puede albergar un lado oscuro, y es que tarde o temprano se aprovechan de ellos.
Me ha tocado ver como personas son estafadas por sus propias familias o amigos sacándoles dinero y sin que estas los necesiten.
Yo no tengo nada en contra con estas personas, al contrario, el ayudar es una buena causa, y si nuestro prójimo lo necesita hay que ser empáticos con ellos, pero con lo que si estoy en desacuerdo es con quien engaña, miente y estafa.
Hay que prestar mucha atención en esto y no por ser buenas personas que nos vean la cara, en este sentido, es fundamental entender que cuando deseas ser un buen samaritano debes ver las causas de esto para que se convierta en una buena obra, entonces aquí será cuando comprenderán que dar puede resultar la verdadera recompensa.