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La migración tiene muchas caras. Están las personas que deciden salir de su ciudad o país para estudiar, hacer negocios o simplemente hacer turismo. Pero también están los otros, aquellos que no cuentan con las condiciones necesarias para vivir libre y dignamente en su lugar de residencia y deciden buscar nuevas opciones que les garanticen una mejor vida.
Por desgracia, muchas veces, el destino o calidad de vida de primera instancia de millones de seres humanos está determinada por el lugar y la familia donde nacen y hasta por el color de piel, lo que les obliga a buscar nuevos rumbos que les brinden mejores condiciones para ellos y sus familias.
Paupérrimas condiciones económicas, de salud, desgracias naturales o escenarios de violencia son sólo algunos de los factores que llevan a la gente a migrar. La travesía incluye cientos de obstáculos, desde “coyotes” desalmados y autoridades corruptas hasta narcotraficantes despiadados que aprovechan la condición de vulnerabilidad de aquellos que persiguen el sueño de vivir mejor.
Es así que el número de centroamericanos, cubanos, venezolanos, haitianos y de diversos países africanos se ha incrementado de manera considerable en la frontera esperando sus trámites de asilo.
De hecho, hay una nueva caravana de migrantes con rumbo a EEUU. Las imágenes que hemos visto recientemente, en las que elementos fronterizos, detenían y en algunos casos agredían a los migrantes haitianos nos debe llevar a una profunda reflexión, pues han pasado de ser víctimas a victimarios. Ahora las escenas xenofóbicas provienen de los propios mexicanos y americanos y eso no lo podemos tolerar, pues no olvidemos que migrar ha sido la base de la humanidad.
Por tal razón se espera que el gobierno genere soluciones junto con los países de origen, para que haya una migración ordenada, pero, sobre todo, que les garantice a los migrantes que su integridad, dignidad y derechos sean respetados en nuestro país y no hacer lo que tanto hemos criticado de la administración de Trump.
Al final de cuentas esa promesa de una reforma migratoria fue la que llevó a Biden a ganar las elecciones.