Opinión por Héctor Loya
Hay dichos que los hacen con el fin de comparar algo o alguien, como, por ejemplo, “nomás nos están dando atole con el dedo” y tienen mucho sentido pues nos da entender que nunca será una realidad.
Eso es exactamente lo que pasó para los más de once millones de latinos que tenían esperanza de una reforma migratoria que sería posible en este 2021 bajo la nueva administración de Biden, pero ahora sí que nos dieron atole con el dedo, promesas vacías que solo lo hicieron para ganar las masas, pero una vez allí no fueron más que solo promesas vacías.
Siendo realistas hoy en día ni siquiera se toca el tema de una reforma migratoria y como estamos bajo una pandemia mucho menos y por como pinta el panorama en este 2022 la prioridad del gobierno americano será vacunar a todos, pero la reforma tal parece que brillará por su ausencia.
Sin duda la pandemia fue y será la mejor excusa para que el gobierno ni siquiera menciona la palabra REFORMA MIGRATORIA. Para los que no tienen documentos para estar legal en el país no deberían ni de confiarse tantito por que el hecho de que el presidente sea demócrata no asegura nada, recuerden Obama era demócrata, hasta le gustan los tacos con salsa y hasta bailaba muy bien la bachata y terminó deportando alrededor de 3 millones de personas a sus países de origen.
Qué bueno fuera que la reforma que prometió Biden en sus primeros 100 días hubieran sido una realidad, pero como siempre solo son promesas de campaña.
Así que no queda más que no confiarse y seguir soñando con que algún día sea posible pero tampoco ilusionarnos demás porque de las ilusiones y de las promesas no cumplidas después vienen las decepciones más grandes.