Por Edgar Castro/GRAND RAPIDS, MI
El mes de abril se presentó un caso que conmocionó al país entero cuando Christopher Schurr, un policía blanco de Grand Rapids, asesinó a un hombre afroamericano desarmado de un disparo en la cabeza tras un forcejeo por una parada de tráfico.
El incidente se produjo el 4 de abril, cuando el policía detuvo el auto en el que viajaba Patrick Lyoya, un refugiado de 26 años originario de la República Democrática del Congo. Schurr persiguió al hombre y lo tiró al suelo, después de lo cual tuvieron un forcejeo y aparentemente Lyoya trató de hacerse con el arma de electrochoque del agente, según consta en la grabación del suceso realizada por la cámara que llevaba el policía en su uniforme.
En el momento en que tuvo lugar el disparo, Lyoya se encontraba en el suelo tratando de levantarse mientras Schurr lo empujaba hacia abajo, según puede verse en una grabación realizada por un testigo. Por su parte en su momento el fiscal del condado de Kent Chris Becker indicó que la muerte «no estaba justificada o excusada por motivos de defensa personal».
Este evento provocó protestas entre los residentes de Grand Rapids, una ciudad en la que el 18 % de sus 200.000 habitantes son de raza afroamericana, y se lanzó un movimiento nacional exigiendo que se tenga respeto por las personas afrodescendientes. Los abogados de la familia de Patrick Lyoya iniciaron una demanda civil contra el ex oficial del Departamento de Policía de Grand Rapids, Christopher Schurr, y la ciudad de Grand Rapids por 100 millones de dólares. Durante una conferencia de prensa, los abogados Ven Johnson y Ben Crump presentaron lo que ellos llaman “evidencia abrumadora” de que Patrick fue perfilado racialmente y que se usó fuerza innecesaria el día que lo mataron.
La gobernadora Gretchen Whitmer y el vicegobernador Garlin Gilchrist expresaron su dolor y condolencias para con la familia resaltando que la situación fue muy lamentable además resaltaron que trabajaran arduamente para que los habitantes afroamericanos de Michigan tengan los mismos derechos, dignidad y seguridad en las comunidades y lograr contar con un estado más equitativo y justo. “Llegó a Estados Unidos como refugiado con su familia huyendo de la violencia. Tenía toda la vida por delante”, comentó Whitmer.
El juicio del ex oficial Christopher Schurr está programado para comenzar el 13 de marzo de 2023. Schurr fue acusado en el mes de junio de asesinato en segundo grado. El juez Nicholas Ayoub dictaminó en octubre que Schurr sería juzgado por el cargo y agregó que un jurado decidirá si el uso de la fuerza letal por parte del exoficial fue necesario “después de un juicio completo y justo”.
Por su parte, los abogados de Schurr han señalado que el uso de la fuerza por parte del exoficial estaba justificado de acuerdo con la política del Departamento de Policía de Grand Rapids. Los abogados de la familia de Lyoya han argumentado que Schurr repetidamente no logró calmar la situación y, en cambio, la intensificó. Cabe destacar que Schurr fue despedido por el departamento de policía luego de ser acusado de asesinato en segundo grado.