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Si recordamos antes de que comenzara la pandemia las notas principales en todos los periódicos era la violencia que tenía consumida a la ciudad y a muchos de los condados o ciudades del oeste de Michigan.
Para todos se volvió algo cotidiano y el pan de cada día escuchar de un nuevo tiroteo y de nuevos asesinatos, lamentablemente y pese a que nos encontramos en una pandemia las muertes por asesinatos dolosos continúan efectuándose en las ciudades.
Es triste porque se supone que todos deberíamos estar resguardados en nuestras casas, y ya ni porque las ordenes de la gobernadora son claras se respeta esto y las muertes continúan siendo un problema de seguridad grande.
Lo peor de todo es que además de no respetarse las normas establecidas se siguen cometiendo actos delictivos que atentan contra la seguridad de las personas.
Con actos como estos vecinos y demás habitantes de los lugares donde se cometen los crímenes han dejado saber que se sienten muy preocupados, de por si la situación ya es estresante con el temor de contagiar el COVID-19, ahora imagínense el temor a recibir un disparo.
Simple y sencillamente a los delincuentes no les importa eso y no habrá fuerza humana que los detenga de hacer sus fechorías a pesar del riesgo que representa salir a las calles y enfermarse.
Para mala fortuna de muchos las cosas con el coronavirus se están enfriando y ya muchos no le temen, es por eso que salen a las calles para recobrar sus vidas, en este caso también aplica la violencia la cual se está recuperando rápidamente.
Esperemos que las cifras de asesinatos y tiroteos no crezcan y sumen una tasa mayor, miren que la del año pasado fue bastante grande y no queremos superarla.