Hoy me di un tiempo para pensar en la vida, en MI VIDA.
Decidí que a partir del próximo amanecer voy a cambiar algunos detalles para ser cada nuevo día más feliz.
Para comenzar, no voy a mirar atrás. Lo que pasó, es pasado. Si erré, ahora no voy a poder corregirlo.
Entonces ¿Para qué remover lo que pasó? PUEDO reflexionar esos errores para APRENDER DE ELLOS Y NO VOLVER A COMETERLOS.
No todas las personas que amo retribuyen mis cariños como a mí me gustaría… Y ¿Qué pasa…? A partir del próximo amanecer voy a continuar amándolas, pero no voy a tratar de cambiarlas…
Eso no lo deseo. Cambio yo… Cambio mi modo de verlas, respeto su modo de ser. ¡Pero no pienses que voy a desistir de mis sueños!
A partir del próximo amanecer voy a luchar con más garra para que mis sueños se cumplan, pero va a ser diferente. No voy a volver a responsabilizar a nadie por mi felicidad.
¡VOY A SER FELIZ!
Ya no voy a detener mi vida, porque lo que deseo no sucede, porque un mensaje no llega, porque no oigo lo que me gustaría oír. Voy a crear mi momento…Voy a ser feliz ahora…
Tendré otros días por delante, nunca más daré mucha importancia a los problemas que aún no conseguí resolver.
A partir del próximo amanecer voy a agradecer a Dios por todos los días, por darme fuerza para vivir a pesar de mis problemas.
Dejaré de sufrir por lo que no consigo tener, por lo que no oigo o no veo, o por el tiempo que no tengo. Tampoco sufriré más por anticipado, pensando siempre lo peor…
A partir del próximo amanecer, sólo voy a pensar en las cosas buenas que tengo. Mis amigos y mi familia nunca más necesitarán darme un hombro para llorar. Voy a aprovechar su presencia para sonreír, cantar y para repartir felicidad.
A partir del próximo amanecer voy a ser yo mismo, nunca más voy a tratar de ser un modelo de perfección.