MÉXICO.- Al detenerse las actividades económicas a consecuencia del coronavirus COVID-19, provocó que aumenten el número de familias que pasan hambre en el sector rural en el país mexicano, donde además de la falta de empleo, se han encarecido brutalmente los alimentos según representantes de las Ligas de Comunidades Agrarias.
Si bien los campesinos producen sus propios alimentos al sembrar maíz, frijol, así como el criar gallinas, cerdos y cabras, no todos pueden cubrir sus necesidades más elementales, por lo que existen comunidades que no tienen ni lo más indispensable.
También muchos dependen de la ayuda que ofrece el gobierno con programas de empleo temporal, o entrega de despensas.
Actualmente los programas de apoyo para gente del campo están detenidos, entre ellos, el de empleo, por lo que afecta a las poblaciones más vulnerables.
A todo ello, se suma que en el último mes se ha denunciado una escalada en los precios de productos básicos, lo que afecta el poder adquisitivo de las familias en rurales del país.
Las Ligas de Comunidades Agrarias dicen que es urgente que los gobiernos estatales y el federal, implementen programas que ayuden a incentivar la economía en el sector rural, donde las familias la están pasando muy mal.
“En semanas pasadas, también incrementaron poblaciones rurales la tortilla, tomate, plátano y aguacate, productos que podrían continuar al alza en las próximas semanas ya que no existe un control de precios por parte de autoridades”.
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