MÉXICO.-
A propósito de la masacre ocurrida en los límites entre Sonora y Chihuahua, el semanario Proceso se dio a la tarea de indagar qué hay detrás de esta tendencia al alza del asesinato de menores.
Destaca en primer lugar que México es el quinto país más peligroso para la infancia, por encima de Irak o Siria, donde hay guerras declaradas.
La masacre de seis niños y tres mujeres de la familia LeBarón es un “reflejo de una conducta violenta constante” que ha ido en aumento desde 2017.
Ese año asesinaron a 455 menores de 14 años en el país y en 2018 fueron 467, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Aunque Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia con la promesa de pacificar al país, en los primeros 10 meses de su gobierno 796 menores de 18 años fueron asesinados.
De acuerdo con cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), los rangos de edades de los menores víctimas de homicidio se concentran entre los 6 y los 18 años. Esto quiere decir que desde edad temprana las personas están expuestos a altos grados de violencia.
Los menores son reclutados por los cárteles para formar parte de sus filas como sicarios.
Las cifras de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) son contundentes, tres niños son asesinados al día.