Editorial por Héctor Loya
Durante la semana nos tocó presenciar varios accidentes, mismos que fueron transmitidos por el periódico El Informador, la verdad es increíble cómo quedan los automóviles después de esos choques, literalmente hechos un acordeón.
Nomás de imaginarme la fuerza con que debieron haberse impactado para quedar así, me pone a reflexionar sobre varias cosas, primero la velocidad con la que iban, segundo si iban respetando los señalamientos de tránsito, tercero si iban viendo su celular y por último si manejaban bajo el influjo del alcohol o alguna droga.
El cubrir noticias así es muy lamentable ya que a veces por la imprudencia de algunos, inocentes terminan muriendo tal como le paso al motociclista de Kentwood que al cerrarle el paso una camioneta Pick Up se impactó de lleno y no logró esquivarla.
Como conductores debemos reflexionar seriamente sobre nuestra forma de manear, porque no es necesario muchas veces que manejemos erráticamente para provocar un accidente.
Y más en Michigan ya que gran parte del tiempo o hay nieve, o llueve o simplemente no se obedecen las reglas de tránsito.
Como conductores es claro que nos hace falta mucha cultura y mucho respeto a la hora de manejar. Es increíble la cantidad de accidentes que suceden y también escalofriante las cifras de muerte al volante en todo el estado.
Nuestra responsabilidad al momento en que tomamos el volante es cuidar nuestra propia vida y la de los demás. Recuerden que al salir de casa alguien nos espera y también espera a los demás.
Una vida no tiene precio y ni con todo el dinero del mundo se puede remediar o reemplazar la vida de una persona que pudiera seguir viva si se maneja de la forma correcta.