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No cabe duda que la naturaleza es caprichosa y que jamás podremos controlarla, pero así como es de majestuosa también es destructiva y para muestra basta un botón, recientemente los huracanes hicieron de las suyas no solo en los Estados Unidos sino que también en los países latinos y asiáticos, dejando a su paso destrucción y desolación.
Lo mismo está pasando actualmente en California con los incendios, los cuales han teñido de rojo el cielo como si se tratara de una película de terror, esto ha provocado la evacuación de miles de personas, los cuales han perdido sus hogares, como si lidiar con la crisis económica, social y emocional de la pandemia no fuera suficiente.
Los departamentos de bomberos han tenido un trabajo abrumador y una labor titánica de trabajar por turnos de más de 16 horas y no poder lograr que los incendios desistan en su trayecto, es increíble ver en las redes sociales las fotografías y videos de como todo absolutamente todo está ardiendo en las llamas y destruyendo no solo los hogares humanos sino que también el hogar de miles de animalitos inocentes, de los cuales muchos han muerto devorados por las llamas. Lamentablemente es una gran pérdida.
Por si fuera poco en Colorado se tiñó de blanco con una caída de nieve aún en el verano, es caprichoso como ver que en un día tienes el sol y el calor en toda su plenitud y al otro estás experimentando el frío y la caída de los copos de nieve. Nosotros en Michigan estamos acostumbrados a ver la nieve, pero saber de estas condiciones climáticas a tan temprana fecha nos dan a entender que podríamos enfrentarnos a un invierno extremo y peligrosamente frío.
En fin la naturaleza siempre será así y jamás sabremos que depara, cuídense mucho.