Por Christopher J. Acklin, L.L.M.
Avanti Law Group, PLLC
Con el escenario probable de que Joe Biden sea el próximo presidente de los Estados Unidos de América, ha habido muchas preguntas sobre lo que sucedería después de que Biden se convierta formalmente en presidente. Si bien no podemos estar seguros, al observar la plataforma de inmigración de Biden, así como las reglas que su administración debería seguir, podemos tener una idea de lo que puede suceder.
En primer lugar, podemos ver los objetivos declarados de Joe Biden para la inmigración. En sus objetivos de inmigración, Biden presentó una lista de elementos que quiere lograr dentro de sus primeros 100 días como presidente. Entre sus objetivos declarados se encuentran revertir muchas políticas de la administración Trump. Esto incluiría cambios como:
● Flexibilizar las reglas sobre el enjuiciamiento de familias por violaciones de inmigración,
● Poner fin a la separación de familias cuando se encuentran con funcionarios de inmigración en la frontera,
● Hacer retroceder las restricciones al asilo, detener la medición de personas a las que se les permite ingresar a los Estados Unidos en base a solicitudes de asilo
● Reducir la cantidad de personas detenidas por períodos prolongados,
● Revocar la regla de «carga pública» para los solicitantes de inmigración,
● Restablecimiento del programa DACA,
● Reafirmar el alivio del Estatus de Protección Temporal (TPS) para ciertas personas vulnerables,
● Relajar las prioridades de aplicación de la ley de inmigración,
● Mejorar los estándares del Departamento de Seguridad Nacional (incluidos ICE y Aduanas y Protección Fronteriza) para las interacciones,
● Mejorar el proceso de naturalización,
● Ampliar la libertad condicional para los veteranos y cambiar los procedimientos de ejecución para sus familias, y
● Anular las prohibiciones de viajar y de refugiados para ciertos países (más notablemente la “Prohibición musulmana”).
Estos objetivos declarados son muy completos y cambiarán una gran parte de cómo funciona la inmigración (gran parte volviendo a cómo se manejaban las cosas antes de la administración Trump). Y si bien 100 días pueden ser factibles, también existe la posibilidad de que tomar tal medida demore más de 100 días. En primer lugar, si bien algunas acciones pueden tomarse por orden ejecutiva, muchos cambios deberán realizarse mediante cambios en el Código de Regulaciones Federales o mediante cambios en las leyes de casos que enmarcan los casos de inmigración. Debido a la Ley de Procedimientos Administrativos (APA), 5 U.S.C. Capítulo 5, ciertas reglas son necesarias para cambiar las regulaciones federales. En particular, debe haber un período de comentarios antes de que se implementen los cambios. En segundo lugar, los cambios no pueden ser «arbitrarios y caprichosos», por lo que los cambios deberán realizarse con cuidado para que no sean invalidados por un tribunal federal. Aquí es donde muchos cambios en las regulaciones de la administración Trump se encontraron con problemas, ya que hubo argumentos de que violaban la APA.
De manera similar, los cambios en la jurisprudencia, como los que propuso la administración Trump, en particular a través de Fiscalías Generales Sessions y Barr, deben tener alguna base legal, incluso si tiene una base vaga. Esto generalmente también requerirá que los casos sean apelados o revisados para permitir que el Fiscal General o la Junta de Apelaciones de Inmigración implementen esos cambios, lo que llevará tiempo. Además, la confirmación adecuada para los nombramientos de agencias debe realizarse a través del Senado de los Estados Unidos. Como el Senado de los Estados Unidos probablemente podría estar controlado por senadores republicanos, esto podría llevar a que se necesiten más negociaciones y esfuerzos para aprobar a los líderes de las diversas agencias, incluido el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Justicia.
Entonces, si bien muchas personas están entusiasmadas de ver cambios en el sistema de inmigración de los Estados Unidos, cambios como los propuestos por Biden tomarán tiempo y esfuerzo, y no entrarán en vigencia de inmediato cuando se convierta en presidente. Eso no quiere decir que no entrarán en vigencia, solo que las personas deberán ser pacientes mientras esperan que ocurra el proceso.
