Por Joel Morales
El Informador
SAN ANTONIO, TEXAS
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El conductor de un camión en el cual 10 inmigrantes indocumentados de México y Guatemala murieron sofocados, entre ellos 7 mexicanos, se declaró no culpable la semana pasada en una corte en Texas.
James Matthew Bradley Jr., de 60 años, residente de Florida, le dijo a la policía que iba rumbo a entregar el camión que una persona del estado de Iowa le había vendido a un hombre en Brownsville, Texas, y que había manejado a Laredo, Texas, para lavar el mismo.
Sin embargo, el conductor se desvió de la ruta terminando en una tienda Walmart en San Antonio, Texas, donde la policía encontró a 38 inmigrantes indocumentados adentro del camión que manejaba, ocho que estaban muertos y otros dos que luego murieron en el hospital.
Horas antes de que la policía encontró a las víctimas, el sábado, 22 de julio, la temperatura en San Antonio había estado a 101º grados Fahrenheit y no bajó a los 90° grados hasta después de las 10 de la noche. Las personas fueron encontradas poco después de la media noche, cuando una de las personas que iba en el camión se acercó a la tienda y le pidió agua a un empleado, quien luego sospechó que algo no andaba bien.
Las autoridades dijeron que muchos de los sobrevivientes, quienes hicieron el viaje sin agua, comida ni ventilación, estaban sufriendo de agotamiento de calor y que estaban extremadamente deshidratados. A la vez dijeron que, al tocar sus cuerpos, estaban calientes.
Bradley enfrenta varios cargos en el incidente trágico, lo que las autoridades han clasificado como un caso de trato de seres humanos. Si fuese hallado culpable, el hombre podría recibir una sentencia de cadena perpetua o hasta la pena de muerte.
Al momento, el conductor se encuentra en la Cárcel del Condado de Guadalupe en Seguin, Texas.
