La medida aprobada por el Congreso en la cámara baja beneficiaría a más de 2 millones de inmigrantes beneficiarios de DACA, TPS y DED; abre la puerta a la ciudadanía permanente (Foto vía FR).
Por Edgar Castro/El Informador
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(EL INFORMADOR / USA).-
La Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos aprobó el pasado martes por 237 votos a favor y 187 en contra una iniciativa de ley para legalizar a cerca de 2 millones de dreamers y a inmigrantes actualmente protegidos por un Estatus de protección Temporal (TPS) y con Partida Forzada Diferida (DED). Con esta iniciativa se da una luz de esperanza para los miles de inmigrantes beneficiarios de los 3 programas. Sin embargo, ahora el proyecto deberá ir al Senado para pasar al escritorio del presidente Trump, quien ya ha amenazado con vetarla en el pasado.
El resultado de la votación en el pleno de la Cámara, a la que habían llegado dreamers y beneficiarios de TPS de todo el país, estuvo acompañado por una ovación, aplausos y gritos de ‘Sí se puede’ en inglés y en español.
El proyecto de la iniciativa American Dream and Promise Act (H.R.6) o también llamada “Ley del Sueño”, cancela y prohíbe los procedimientos de deportación contra ciertos extranjeros que ingresaron a Estados Unidos antes de cumplir los 16 años y se les conoce como dreamers, así como de aquellos extranjeros amparados por un TPS o un DED.
Además, suministra un camino hacia el estado de residencia provisional por 10 años. Una vez cumplidos los 10 años, los beneficiarios podrán solicitar la residencia permanente y cinco años más tarde calificarían para pedir la ciudadanía por naturalización. Entre los requisitos necesarios para obtener los beneficios, los “Dreamers” deberán demostrar que entraron a Estados Unidos antes de cumplir los 18 años y llevan al menos 4 años viviendo en el país, no tienen antecedentes penales, están matriculados en una escuela, o tienen diploma de secundaria o su equivalente, y someterse a una revisión de antecedentes.
Para acortar la espera, los “Dreamers” también podrían optar por el servicio militar durante dos años, tener historial laboral por al menos tres años, o matricularse en la universidad o programa vocacional.
En cambio, los inmigrantes con “TPS” o “DED” y que han estado en Estados Unidos desde al menos 2016, podrán solicitar de inmediato la “tarjeta verde” y, más adelante, la ciudadanía.
La resolución de la cámara baja fue catalogada como histórica, ya que contó con el sorpresivo apoyo de siete congresistas republicanos; un partido que suele ser de línea dura ante la migración irregular.
Con esta decisión, los beneficiarios de DACA, TPS y DED que se despiertan todos los días con miedo de ser deportados, obtienen una gran esperanza para obtener la residencia permanente. Uno tras otro, los demócratas destacaron el pago de impuestos de los inmigrantes y sus aportes a la economía e intentaron humanizar mediante gigantes fotografías y anécdotas personales de los “Dreamers”, su condición de indocumentados y la difícil situación que viven.
Por su parte los republicanos replicaron que la medida no incluye fondos ni para el muro ni para fortalecer la vigilancia fronteriza, indicando que se prestará al fraude, abuso y es una amnistía inmerecida para quienes han violado la ley.
Lo que sí está claro es que de acuerdo a estimaciones del Centro para el Progreso Estadounidense (CAP), el aporte de los inmigrantes que serían favorecidos con esta ley aportaría alrededor de $22,700 millones de dólares anuales al Producto Interno Bruto (PIB) del país, mientras que en una década podría ascender a $281,000 millones de dólares.
La legislación se evaluará próximamente en la Cámara Alta, que cuenta con una mayoría republicana que probablemente rechazará varios de los puntos de la medida aprobada. En una rueda de prensa anterior a la votación, la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, advirtió que este tema «no debería ser partidista».
Mientras tanto, Trump ha hecho eco hoy más que nunca de implementar “tolerancia cero” contra los inmigrantes indocumentados y construir su prometido muro fronterizo para ganar la reelección el próximo año.
