El presidente Donald Trump sigue defendiendo la política de «cero tolerancia» la cual ha separado a miles de familias migrantes en la frontera con Estados Unidos, como la única alternativa efectiva para luchar contra la inmigración ilegal.
«No queremos que las personas entren a nuestro país», dijo en una reunión el martes. «Queremos un sistema basado en la selección, en el que las personas accedan por mérito».
Al momento, funcionarios de Estados Unidos argumentan que más de 2,300 niños han sido separados de sus padres desde principios de mayo.
«No quiero que los niños se los quiten a sus padres», dijo «Cuando uno enjuicia a los padres por entrar ilegalmente, deben llevarse a los niños», agregó “Aquellos que solicitan asilo legalmente en los puertos de entrada no son enjuiciados” acusó el presidente.
Como los niños no pueden ser enviados a las instalaciones donde están sus padres, estos se encuentran separados de ellos.
Por otro lado, Trump ha prometido que Estados Unidos no se convertirá en un «campo de migrantes”, e insiste en combatir a los contrabandistas, a quienes hace responsables de «engañar al sistema», y al mismo tiempo Trump ha acusado a los medios de ayudar a los traficantes de personas.
«Son falsos», señaló. «Están ayudando a estos criminales y a estos traficantes como nadie lo cree».