
Editorial Por Luis Molina
Recuerdo como si fuera ayer, que las personas se daban el lujo de dejar sus empleos y muchos de ellos eran empleos muy pero muy bien pagados ya que recibían el dinero de desempleo del gobierno y a esto le sumaban el estímulo por parte del gobierno federal por el tema de la pandemia, así que la mayoría de las personas ganaban más dinero en casa que yendo a trabajar.
Y esto no tenía nada de malo porque las intenciones del gobierno eran las de ayudar, pero muchos se mal impusieron y hoy en día se están dando cuenta que les salió más caro el caldo que las albóndigas ya que muchos de ellos no han vuelto agarrar un trabajo como el que tenía y andan trabajando por mucho menos dinero que el que ganaban durante el covid-19.
Recuerdo que muchas personas después de la pandemia rechazaban los trabajos y hasta exigían la cantidad que querían ganar por que después de la pandemia había mucho trabajo y como todo se paró durante casi dos años la mayoría de las empresas estaban atrasados en la producción así que clamaban a los cuatro vientos por trabajadores los cuales brillaban por la ausencia.
Hoy en día las cosas son muy diferentes, se volteó la tortilla como decimos en nuestro país, las empresas están despidiendo personas por todos lados, la inflación va en aumento cada día y sin trabajo muchas personas la están pasando muy mal hoy en día.
Se habla de una mala recesión sino es que ya estamos en ella y ni cuenta nos damos, pero la cosa es que los que tienen sus empleos es momento de ser diligentes, personas trabajadoras y no dejar un empleo nomás por dejarlo sin tener otro ya antes.