Por Maria G Erazo
«Muchas gracias. Eres muy amable».
«Espero que todos sean tan generosos como tú».
¿Cuándo fue la última vez que escuchaste que alguien te dijera un cumplido similar? ¿Qué tan reciente fue? ¿Todavía puedes recordar la sensación? De hecho, tal experiencia es «conmovedora», ¿no es así?
Creo que todos somos buenos y nadie nace como una mala persona. La única diferencia entre una persona buena y una mala es su entorno, círculo de amigos y sus historias no contadas.
En la mayoría de las historias que he escuchado, una gran cantidad de las personas han experimentado abuso físico y tratamientos degradantes en su pasado tales como el acoso y el maltrato emocional, entre otros. Estas experiencias a menudo se convierten en un «dolor que les marca desde el nacimiento» y eventualmente se transforman en su lucha interna hasta que la venganza y las malas acciones se manifiestan desde adentro.
Esta es una de las principales razones por las que muchas personas están difundiendo la negatividad en línea y redes sociales. Están fuertemente y emocionalmente convencidos por su lucha interna de que nadie es bueno. Esto muestra que su entorno no es (todavía) propicio para nutrir una identidad positiva.
Mi trabajo intensivo y continuo es para mostrar literalmente que todos tenemos un buen corazón, y tenemos la oportunidad de transformar nuestra lucha interna en un valor que lleve a una vida productiva y fructífera.
En muchos casos, no es necesario ir a un centro de rehabilitación para remediar nuestras fallas o realizar acciones masivas; la solución es simple y fácil. Te mostraré el camino donde puedes descubrir tu VERDADERO VALOR y GRANDEZA, con o sin que nadie mire tus buenas obras.
Entonces, antes de que termines de leer este artículo, imagina la sensación de «recibir un elogio conmovedor». Piensa y siente genuinamente la siguiente declaración: «Estoy haciendo más buenas obras todos los días, me encanta ayudar a los demás y resonar con la bondad desde mi interior».
Al hacer esto experimentamos un sentimiento tan agradable y satisfactorio y seremos recompensados con un corazón bueno y desinteresado.
¡Continúa inspirando a todos!