Editorial por Héctor Loya
Con cantos y proclamas tomaron rumbo hacia la frontera sur de México esperando que el país Azteca los recibiera con los brazos abiertos y les diera el pase libre para poder dirigirse a los Estados Unidos.
¡Oh sorpresa que se llevaron al llegar a la frontera! Un espacio cerrado, amurallado y lleno de seguridad en el cual no les iban a permitir la entrada sino reunían las características necesarias. El gobierno mexicano les negó el paso porque quieren hacer las cosas bien y no permitir el paso a cualquier persona que ponga en peligro la identidad de su territorio nacional.
Esto obviamente incomodó y molestó a muchos migrantes quienes no quisieron esperar y trataron de ingresar a la fuerza. Una riña campal se desató y los migrantes agredieron hasta con piedras a los elementos de la Guardia Nacional quieres repelieron las agresiones y arrestaron al menos a 400 personas en dicha trifulca.
Aquí es donde comparto mi opinión y explico el porqué de mi titular, sabemos que son seres humanos y que solo quieren buscar mejores oportunidades, como medio de comunicación apoyamos a que las personas logren sus sueños y tengan una mejor vida, pero las cosas no se hacen así, menos con el uso de la violencia.
Las cosas se deben hacer bajo los conductos de la paz y el dialogo, con violencia jamás podrán lograr sus objetivos y menos cumplir sus sueños. Lejos de convertirse en un noble fin y ser apoyados solo convierten su necesidad en un drama y dan motivos para que el pueblo mexicano los rechace más.