l pasado jueves un asesino convicto de la Prisión Estatal de Corcoran en California, EE.UU. fue acusado de haber decapitado a su compañero de celda. Los hechos ocurrieron el 9 de marzo y aunque de momento no se han revelado más detalles se ha calificado el crimen como el caso más espantoso visto en términos de atrocidad ya que se cree que la víctima estuvo consciente durante una parte del tiempo.
El acusado de estos actos actualmente está cumpliendo cadena perpetua sin derecho a libertad condicional, por el asesinato de Yvette Pena en el 2011 y ya había declarado que no era la primera vez que ha cometido «actos abominables» y que tenía intenciones crueles desde niño.
Según las declaraciones de el fiscal del condado de Kings, Phil Esbenshade, Jaime Osuna, de 31 años, cortó varias partes del cuerpo de Luis Romero, incluyendo un ojo y un dedo utilizando un objeto metálico afilado envuelto en una cuerda y atado a un mango. Las autoridades declararon que Romero, de 44 años, murió desangrado debido a «múltiples traumatismos de fuerza aguda».
Por su parte el culpable se ha declarado inocente del asesinato Romero y de otros cargos, incluidos tortura y posesión de armas en una institución de custodia, en su primera comparecencia ante el tribunal. En caso de que el reo sea declarado culpable, podría ser sentenciado a pena de muerte.
Osuna ya ha sido trasladado a una prisión para reos que necesitan atención médica o de salud mental y regresará a la corte a fines de junio para una audiencia preliminar.
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