Washington, 14 ago (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
El cierre por vacaciones estivales del Congreso confirma el estancamiento en las negociaciones sobre el paquete de estímulo fiscal en medio de la aguda crisis económica provocada por la pandemia, lo que deja como único apoyo las polémicas órdenes ejecutivas aprobadas por el presidente Donald Trump.
«Estamos a millas de distancia en nuestros valores. Quizás les hemos confundido (a los republicanos) por alguien a quienes les importa. No es el caso. Estamos muy lejos», dijo Nancy Pelosi, la líder demócrata y presidenta de la Cámara de Representantes a los periodistas esta semana.
Los senadores abandonaron este viernes Washington y no tienen previsto regresar hasta comienzos de septiembre, mientras que los miembros de la Cámara de Representantes habían dejado el Congreso días antes.
Antes de partir, los líderes republicanos y demócratas, que controlan la mayoría en el Senado y la Cámara, respectivamente, intercambiaron reproches y acusaciones mutuas.
«Los líderes demócratas no han hecho ninguna concesión. No se han movido en sus demandas absurdas. Su juego partidista continúa. Y con ello el dolor del país, también», apuntó Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado.
Los demócratas han presentado una propuesta de estímulo por cerca de 3,4 billones de dólares, mientras que los republicanos se han negado a ampliar su plan inicial de 1 billón de dólares, lo que refleja la gran distancia entre ambos.
ÓRDENES DE TRUMP: ÚNICO APOYO
Como consecuencia, los estadounidenses en problemas económicos solo cuentan como respaldo las cuatro órdenes ejecutivas para estimular la economía firmadas por el presidente Trump de manera sorpresiva el pasado fin de semana.
Una de ellas amplía el programa de prestaciones adicionales por desempleo y que consistía en la entrega de 600 dólares semanales extra a los desempleados.
Este beneficio, que expiró a finales de julio, ayudó a al menos a 16 millones de trabajadores.
La orden firmada por Trump reduce de 600 a 400 dólares esa ayuda y requiere que los estados asuman el 25 % de su coste.
En otra, aplaza hasta el 31 de diciembre los pagos retrasados de los créditos solicitados por los estudiantes universitarios, un problema que afecta a miles de jóvenes en el país; y una tercera también ofrece prórroga de la moratoria a los desahucios.
No obstante, los expertos aseguran que estas directrices son vulnerables desde el punto de vista legal, ya que solo el Congreso tiene potestad para aprobar estos desembolsos, y tardarán tiempo en hacerse efectivas pese a las necesidades perentorias de muchas familias.
Más de 5 millones de personas en Estados Unidos han contraído la COVID-19 y más de 165.000 han muerto por la enfermedad, según los últimos datos que recopila la Universidad Johns Hopkins.
Estos números convierten a Estados Unidos en el país más afectado por la pandemia, con unos 30 millones de personas dependientes de prestaciones por desempleo y un número similar en riesgo de perder su hogar.