Por: Manuel Pineda
Esta entrega estará dividida en dos por razones de espacio. La primera, El Sacro Imperio Romano, que es, a la vez, la creación de la segunda entrega Alemania. El SIR ha resurgido durante la historia muchas veces y voy a tratar de contárselas en el breve espacio que tengo.
Roma fue fundada en el año 753 antes de nuestra era y el Imperio Romano se inicio en el año 44 A.C., cuando el Emperador César Augusto tomó el poder, hasta el año 14 A.C. de su muerte, época en que el imperio se expandió como nunca y tuvo tiempo de paz, con un dominio de más de cuarenta países. Fue César Augusto quien dio inicio a la construcción de los majestuosos edificios de Roma y conocido también por ser el Emperador de mayor tiempo en el trono, cuarenta y cuatro años en el poder. De su nombre es que se derivan dos cosas: la primera es que después de su muerte, él es venerado y “Cesar” es adoptado como el título para todos lo Emperadores y segundo, de Augusto es que viene el nombre del octavo mes del año, “agosto”.
Hubo muchos Cesares o Emperadores hasta la caída del Imperio Romano en el año 476 de nuestra era, tramas se compraban con dinero al senado o la milicia el trono, lo que conducía a asesinatos. Lo mismo, muchas guerras con vecinos y divisiones lo que causó muchas fracturas dentro del reino, lo que llevó a que en el año 476 los hunos, procedentes de las estepas asiáticas, penetraran las fronteras del Imperio Romano. Esto permitió que ante las escases de soldados, Roma fuera saqueada que los visigodos y vándalos. Los visigodos realmente eran asentamientos o tierras conquistadas por los germanos entre España y Francia. Finalmente, ante tanta división, en el año 476 el jefe bárbaro Odoacro destituyó al último Emperador, Rómulo Augústulo, de tan solo quince años, quedando sin cabeza el Imperio Romano.
Fue nuevamente que tuvo resplandor cuando tuvo su origen en uno de los más importantes descendientes germanos, el reino franco, unificado por Clodoveo, quien, al morir en el año 515, el reino se dividió en cuatro: Neustria al oeste de Francia, Austrasia al sudeste, Borgoña en el centro sur y Aquitania al sudoeste. Cuatro reyes, muchas disputas y poco trabajo, se les conocieron como los reyes holgazanes y fueron los nobles quienes vinieron a ser los detentores del verdadero poder y se les llamó “Los Mayordomos de Palacio”. En el siglo VII, los mayordomos de Austracia obtuvieron supremacía. De esta familia era Carlos Martel, quien en 732 detuvo a los árabes en la Batalla de los Tours y su hijo Pipino “El Breve”, destronó a los reyes de las otras tres dinastías, unificando una vez más el reino franco y se coronó como rey. De esta familia nace Carlomagno, el primer rey germano que intenta reconstruir el Imperio Romano en occidente.
En el 768, Pipino dividió entre sus hijos, Carlos y Carlomán, pero tres años más tarde este último murió y Carlos heredó todo el reino y llegó a ser conocido como Carlomagno, que significa Carlos El Grande, siendo uno de los reyes de mayor celebridad y éxito de la Europa medieval. Una vez en el trono Carlomagno, una de las cosas que se propuso fue restaurar la unidad política del Imperio Romano y apuntalar el catolicismo en toda Europa. El Papa León III en el año 800 lo coronó emperador y así nació el Imperio Carolingio, convirtiéndose así en el brazo armado de la iglesia católica. Es de resaltar aquí que siempre hubo una gran persecución en contra de los judíos y los cristianos, este punto lo trataré en una entrega que titularé “Antisemitismo”, que es la hostilidad hacia los judíos. Carlomagno se preocupó mucho por la cultura, ya que el mismo era analfabeta. Se le conoce como “El Padre de Europa”, su reino incluía la mayor parte de Alemania, Francia, Suiza, Austria, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Italia, República Checa, Hungría, Eslovaquia y Croacia, no incluía la península ibérica. Con la muerte de Carlomagno en el 814 se vuelve a dividir el Imperio, con la invasión de los musulmanes por el sur y los vikingos por el norte. Los visigodos, que realmente eran tribus de la parte fronteriza de España y Francia, invadieron a Italia y saquearon a Roma ante la falta de soldados que defendieran las fronteras.
Con la caída del Imperio Romano de Occidente o el Imperio Carolingio y la persecución de los cristianos, dio también a que se instauraran otros imperios. Entre ellos, el Imperio Romano de Oriente o Bizantino, cuya capital era Constantinopla, la actual Estambul, de 395 a 1453. Cuando cayó Constantinopla en manos de los turcos se dio por terminada la Edad Media y el inicio de la Edad Moderna, provocando un desabastecimiento de productos en Europa y Asia. En la búsqueda de nuevas rutas comerciales, en cierta forma, ocasionaría el descubrimiento de América.
El fin de o la disolución total de lo que se conoció como el Imperio Romano, vino en 1806 cuando el Emperador Francisco II, quien abdicó al trono luego de una estruendosa derrota nada menos que a manos de Napoleón.
Mi próxima entrega será como les dije al principio, sobre Alemania. ¡Hasta la próxima!