Inicio LECCION DE VIDA El Secreto para sentirse feliz

El Secreto para sentirse feliz

674
0

El rabino Amran Anidjar, nos enseña que cada uno, en el transcurso de su vida, preguntará a menudo acerca de cuál es el secreto para lograr la felicidad, qué es lo que causa la tristeza y cuál es la fórmula para poder ser felices en la vida. El rostro común de una persona en la calle lamentablemente refleja preocupación, apatía, inseguridad y si de repente vemos a alguien feliz, rápidamente nos preguntamos sorprendidos ¿qué le pasa? Y eso sucede porque la gente no se dedica a profundizar y a averiguar cuál es la causa de la tristeza y de la felicidad. Nuestros sabios nos explican que la tristeza es consecuencia de la sensación de que nos falta algo, es decir, cuando la persona siente que le falta un hogar, que carece de dinero, que no tiene descendencia, que no tiene una pareja que le quiera, está triste porque no alcanza a tener todo lo que anhela. La felicidad y la alegría se producen cuando uno logra obtener lo que le faltaba. Si adquiere una casa, está feliz; si logra obtener dinero está satisfecho; si compró un carro, está orgulloso. Por eso dijeron nuestros sabios: qué rico es aquel que está feliz con la parte que le corresponde en este mundo. En esta pequeña frase está todo el secreto de la felicidad, ya que nos enseña que no hay ningún problema en que nos fijemos metas y tratemos de alcanzarlas, pero que no nos amarguemos mientras la conseguimos, sino que debemos alegrarnos con lo que tenemos y sentir que no nos falta nada lo que no poseamos, aprendiendo siempre a ver la mitad de vaso lleno y no vacío. Esa fue básicamente la diferencia entre los hijos del Patriarca Itzjak, Esav y Iaacov. Esav dijo: “yo tengo mucho” y Iaacov le contestó, “lo tengo todo”. Aquí está toda la sabiduría, una persona que siente que tiene mucho, le gustará tener “mucho más”, pero si una persona siente que lo tiene todo, no necesitará más nada, alcanzará la abundancia, por lo tanto, estará alegre y satisfecha constantemente.

ARTICULOS RELACIONADOS   ¿Por qué estás triste?