Editorial por Luis Molina
Que tal mis queridos lectores de El Informador, para los que son nuestros fieles seguidores en la página de Facebook y que son tanto conocidos como amigos se habrán enterado que la semana pasada me fui de vacaciones a la maravillosa isla de Puerto Rico, un lugar de encanto y maravilla natural, pero lo mejor de este viaje para mí no fue el contacto con la naturaleza y la diversión, sino que fue el que estuve rodeado de mi familia.
Y con esto doy en el clavo de este tema central en este editorial, no hay mejor inversión que hacer las cosas y el tiempo con la familia. En verdad el placer que esto causa es el más grande y al tener estas vacaciones lo comprobé.
Lamentablemente vivimos en un mundo muy acelerado, lleno de contratiempos, estrés laboral, económico y poco a poco ese estrés se va juntando de una manera tan agresiva que termina causando trastornos sociales dentro de los integrantes de la familia.
Como dueño de mi propia empresa entiendo los retos económicos que hay que enfrentar, pero el mejor consejo que les puedo dar es no enfrascarse solo en el trabajo, el dinero sirve para cubrir las necesidades, pero al final esto es algo que va y viene, pero la familia no y hay que dedicarles tiempo para que los lazos se fortalezcan.
Y lo digo en el sentido no de solo tomar unas vacaciones, sino que a veces basta con el hecho de salir a comer, al cine o al parque, es muy importante que nuestros hijos y parejas se sientan plenos y felices hoy en día.
Veo como muchos matrimonios se deshacen desde bien tempranas edades y como los hijos crecen en familias no nucleares, sin el cariño de sus padres, sin los lazos de amistad y fraternidad que todo niño y joven necesita.
Mi consejo es dense el tiempo, demuestren el amor, diviértanse juntos que al fin del día trabajos podrá haber muchos pero familias no.
