Opinión por Héctor Loya
La plaga del fentanilo recorre el territorio estadunidense y tras ella deja una estela de muerte, especialmente entre los jóvenes, que año tras año se incrementa. Es impresionante que el gobierno de Estados Unidos nada haga para combatir ese flagelo y que se lave las manos y se limite a culpar a terceras naciones, mientras el número de adictos y de fallecidos crece permanentemente.
Tal es el caso de los dimes y diretes que se han dado ambas naciones en esta semana, por un lado, tenemos a los representantes republicanos quienes exigen que se haga una intervención del ejército estadounidense en tierras mexicanas con el pretexto de combatir al crimen organizado que está matando a la población americana con sus drogas ilegales.
Por otro lado, tenemos la respuesta de los mexicanos quienes a través de su gobierno dan a conocer que es falso, que el gobierno de México protege a los cárteles y según sus cifrasen lo que va de la actual administración 4T, el gobierno ha detenido a 68 mil 944 personas involucradas en el presunto trasiego de drogas.
AMLO sumamente indignado califico las propuestas republicanas de una ofensa contra la nación mexicana y que solo son populismos electorales que están usando para hacer campaña y que servirán de pretexto para futuras invasiones.
En lo que son peras o son manzanas la realidad es que nadie hace nada para frenar la muerte por esta terrible droga.
La Organización Mundial de la Salud informa que a nivel mundial pueden atribuirse al consumo de drogas unas 500 mil muertes. Más de 70% de ellas están relacionadas con los opioides (entre ellos el fentanilo) con 30 por ciento específicamente causadas por sobredosis.
Su consumo sin fines terapéuticos, prolongado, indebido o sin supervisión médica, puede generar dependencia y otros problemas de salud. Debido a sus efectos farmacológicos, los opioides pueden provocar dificultades respiratorias y una sobredosis puede llevar a la muerte.
Pero en fin así es la política y las relaciones exteriores mientras los gobiernos se pelean la gente sigue muriendo.