Denver (CO), 3 jun (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
Unas 63.700 familias con miembros inmigrantes que ya reciben comidas gratis o a precio reducido, pero que no son elegibles para programas de ayuda federal, podrían acceder este año a la transferencia electrónica de dinero dispuestas con motivo de la pandemia del coronavirus (P-EBT), pero no lo van a hacer, revela un reporte de la organización local Colorado Sin Hambre.
«Si todos los hogares que no usan vales de comida («food stamps»), pero tienen niños elegibles para almuerzos gratuitos o de precio reducido durante el año escolar 2019-2020, recibiesen el EBT por la pandemia, eso traería más de 44 millones de dólares en beneficios directamente a las familias de Colorado», dice el informe.
La organización recuerda que esos fondos federales solo se adjudican si los interesados los solicitan, pero al no pedirlos no van a llegar a Colorado.
Una encuesta realizada por Colorado Sin Hambre entre dirigentes de unas 50 organizaciones en este estado, muchas de ellas hispanas, revela que la complejidad de los formularios para solicitar el P-EBT, la incertidumbre sobre quién es elegible así como sobre la confidencialidad, y la falta de información en español son factores que alejan a muchos inmigrantes.
Un encuentro virtual con esos dirigentes permitió confirmar que «COVID-19 ha erosionado y continuará erosionando nuestro tejido social y recursos de formas inimaginables e imprevistas, particularmente para los más vulnerables», según dijo a Efe Ellie Agar, directora de comunicaciones de Colorado Sin Hambre.
Añadió que «en las comunidades de inmigrantes, sin embargo, el miedo al gobierno y los mensajes mixtos han sembrado la confusión y el desvío de estos programas federales».
En base a datos del Instituto de Políticas de Migración, la organización calcula que por miedo unas 340.000 personas de Colorado no pedirán ayuda del Gobierno o cancelarán los beneficios que ya tienen porque al menos una persona en sus familias es inmigrante, legal o no.
A esas dificultades ahora se le suman ahora los problemas creados por los disturbios sociales contra «el legado violento e injusto de la esclavitud, el racismo y la segregación», dijo Agar, en relación a las revueltas en el país tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía de Minneapolis.