El Informador
GRAND RAPIDS, MI
Faltando un minuto para las 9 de la mañana el miércoles 21 de febrero, el fiscal del Condado de Kent, Chris Becker, llamó a la redacción de EL INFORMADOR comunicando que impondría cargos al hombre que conducía una camioneta el domingo 7 de enero por la autopista US-131. El conductor de la camioneta, impactó al carro averiado de Valeria Arreola-Rodríguez, causando la muerte de la hispana, su bebé aún todavía no nacido (Emilio) y su hijo Guillermo de 3 años de edad.
Luego a las 9:21 a.m., el fiscal envío un comunicado de prensa a los noticieros y medios de comunicación del área, informándoles del caso.
Después de la tragedia, ocurrida al norte de la calle Franklin y donde el editor de El Informador Luis Molina estuvo en la escena, nos mantuvimos en cercana comunicación con el fiscal llamándolo cada dos semanas para saber sobre la investigación y preguntándole si impondría cargos sobre Monty Parker, el hombre residente de la ciudad de Rockford, conductor de la camioneta Ford F-150 involucrada en el fatal accidente.
Durante varias llamadas con el fiscal de Kent County, su respuesta siempre fue la misma: La investigación aún continuaba, y podría durar semanas. Después de recibir el reporte final, tomaría una decisión sobre si imponerle cargos a Parker o no.
“He decidido imponerle dos cargos: Por delitos menores por violaciones de tránsito, ocasionando las muertes de Valeria y su hijo Guillermo”, indicó el fiscal. “Esto es en adición de sanciones a su licencia de conducir”, comentó.
Becker señaló que los cargos llevan una pena máxima de un año de cárcel y una multa de $2,000 mil dólares.
Al cuestionar sobre qué consideró para llegar a su decisión de imponerle cargos a Parker, el fiscal solo repitió lo ya mencionado y explicó que el ahora acusado es considerado inocente hasta ser hallado culpable.
Arreola, de 21 años de edad, se encontraba en su octavo mes de embarazo y acababa de entrar a la autopista cuando su auto Nissan del año 1999, ya no quiso avanzar y se estacionó a la orilla para llamar a su padre para que fuera en su ayuda.
Mientras platicaba con él por teléfono, Monty Parker conducía su camioneta en la misma dirección e impactó al vehículo de la hispana por detrás, dejando su carro irreconocible. Después de ser llevados al hospital, Arreola-Rodríguez y su todavía no nacido bebé murieron.
Nueve días después del choque, el niño Guillermo, quien estuvo en condiciones críticas por las heridas que sufrió en el accidente (varios huesos rotos, una fractura a su cráneo como heridas de derrame de sangre internas), falleció. Otro niño, Max de 5 años que también era pasajero en el auto que manejaba la hispana, escapó con solo unas heridas superficiales en su cara.
Mari Arreola, madre de Valeria, le expuso a El Informador durante una entrevista en el hospital de niños Helen DeVos el 8 de enero, haber escuchado a su hija gritar, “¡Ay, Dios, ay Dios”, seguido del impacto del choque.
Agregó que el carro de su hija había quedado, casi sin cajuela, y preguntó como el hombre no pudo haber visto su vehículo que estaba orillado al lado de la autopista.
De los 56 comentarios que se subieron a la página de Facebook de El Informador, al subir la noticia de los cargos el miércoles 21 de febrero, ni una sola persona apoyó la decisión del fiscal. Todos mostraron indignación, comentando que era una injusticia y los cargos no eran los suficientes por las muertes de tres vidas. Además de que si el autor de la tragedia fuera hispano, habría sido arrestado, encarcelado y hasta deportado.
