Por Joel Morales
El Informador
GRAND RAPIDS, MI
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La gente de Puerto Rico está muy necesitada, esto después de que el huracán “María” azotó la isla el 20 de septiembre acabando con la electricidad, comunicaciones, los servicios básicos y dejando a sus residentes en la obscuridad.
Al enterarse de la situación crítica, lo primero que se le vino a la mente de la superintendente de las Escuelas Públicas de Grand Rapids, Teresa Weatherall-Neal, fue que podía usar su posición para ayudar a las familias del personal y de los estudiantes del distrito escolar afectados por la catástrofe.
La superintendente de las Escuelas Públicas de Grand Rapids, Teresa Weatherall-Neal le dijo a El Informador el martes, 17 de octubre: “Estaba viendo las noticias a las 3 de la mañana y orando, y me pregunté, ¿qué podía hacer yo cuando soy una sola persona? Reuní a un grupo de personas y compartí con ellos mi deseo de ayudar. El resultado fue una gran colaboración y campaña para recaudar donaciones entre las escuelas, la ciudad y Puerto Rico Rises” (organización en Florida colectando agua, comida y artículos básicas para llevar a la isla), agregó.
Parada frente a una mesa en la entrada de la plataforma de carga en el edificio de las oficinas principales ubicadas en el 1331 de la calle Franklin SE con, entre otras cosas, pañales, pasta dental, baterías, champú, desodorante y latas de comida, la superintendente dijo que una de las empleadas de las oficinas es de Puerto Rico y que por más de una semana no pudo comunicarse con su madre después del huracán.
“Las personas afectadas son nuestras amistades, nuestras familias y ciudadanos americanos. No puedo imaginar no tener qué comer, artículos de cuidado personal o ropa interior, algo tan básico que, muchas veces damos por sentado”, dijo Weatherall-Neal. “Eso me molestó y quise hacer algo para unir a la comunidad, remover las barreras para nuestras familias y ayudar a la gente”, agregó.
La superintendente dijo que se están aceptando las donaciones en 52 edificios y escuelas en el distrito escolar, que luego serán transportados a la ciudad de Ann Arbor, antes de que se envíen a Puerto Rico.
“Quiero animar al público a que traigan sus donativos, porque los daños no solo han ocurrido en Puerto Rico. Tenemos a estudiantes de muchas distintas partes del mundo y queremos apoyar a nuestras familias”, dijo Weatherall-Neal. “Una persona acaba de traer un generador, otras personas agua. También queremos que nuestros alumnos se involucren. No importa si solo pueden dar 25 o 50 centavos o $1, tenemos a personas listas para salir a hacer compras porque este esfuerzo incluye a toda la familia de las Escuelas Públicas de Grand Rapids”, concluyó.
A última cuenta, el huracán de categoría 4 que tocó tierra en la isla del encanto con vientos en exceso de 115 millas por hora, había cobrado la vida de 48 personas, dos de estas por infecciones debido a bacterias en el agua. Algunas áreas aún no cuentan con agua y otros temen que esté contaminada.
