Editorial por Luis Molina
Aunque el Halloween se considera una fiesta norteamericana inofensiva, cada vez se está celebrando en más países. Con todo, la mayoría de la gente desconoce el origen pagano de los símbolos, las costumbres y los elementos decorativos de dicha fiesta, muchos de los cuales están relacionados con seres sobrenaturales y fuerzas ocultas.
A pesar de que casi en su mayoría profesa una fe y admite ser una persona religiosa pasa por alto lo que realmente dice la Biblia sobre esta práctica. La fiesta de Halloween es una celebración antibíblica. La propia Biblia nos advierte: “Nadie entre los tuyos deberá […] practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos” (Deuteronomio 18:10, 11, Nueva Versión Internacional; vea también Levítico 19:31; Gálatas 5:19-21
Por otra parte, quiero hacer hincapié en el gran peligro que muchos padres exponen a sus hijos al ir tocando puertas de personas desconocidas y en la oscuridad de la noche.
Muchas veces tocan en hogares de depredadores sexuales exponiendo a los niños a abusos por parte de estas personas sin escrúpulos.
Otro de los problemas es que ya no sabes qué clase de dulces reciben estos niños, pueden ser dulces que contienen droga o cualquier otra sustancia nociva para la salud que estas mismas personas ponen en ellos.
Además de esto ya mencionando, hay otras cosas que ponen en riesgo la vida de los pequeñines. Quizás usted diga, pero yo no dejo a mis niños solos y yo voy con ellos siempre, pero recuerde hoy en día es difícil confiar en las personas por que no sabe que pueden traer los dulces que les obsequian, además no solo correo riesgo los niños hasta los padres y madres al tocar puertas en la noche de personas desconocidas y con malas intenciones.
En vista de todo lo anterior, ¿cree que vale la pena arriesgar a sus hijos y hasta a usted mismo por unos dulces que usted mismo le puede comprar a sus hijos?