Una pancarta usada durante la protesta del jueves en el Capitolio de Lansing donde asemejan a Whitmer con Hitler por las supuestas “medidas restrictivas” contra el COVID19 (Foto vía Twitter).
Por Edgar Castro/LANSING, MI (ELINF).- Cientos de personas que se han manifestado en contra de la solicitud para extender el estado de emergencia de la gobernadora Whitmer, se reunieron el jueves a las afueras del capitolio en Lansing.
La lluvia no impidió que se congregara una gran multitud de personas ignorando las medidas de distanciamiento social. En el lugar se observaba que muchos de los que asistieron no llevaban máscaras ni equipos de protección personal según lo establecido por la orden ejecutiva de la gobernadora.
Cabe recordar que quienes no sigan las instrucciones de seguir las medidas de seguridad podrían enfrentar multas. Los manifestantes explicaron que sus preocupaciones se centran en la respuesta del estado y las órdenes ejecutivas de la gobernadora para enfrentar la pandemia de COVID19, que creen que infringen sus derechos.
«Queremos que Michigan abra, queremos que Michigan vuelva a trabajar», dijo Jason Howland, un organizador de la protesta. «Armamos el evento, lo pusimos en Facebook, y escuchamos que estaban eliminando eventos que tenían que ver con protestas o manifestaciones contra los deseos de Whitmer», agregó.
Facebook eliminó la publicación del evento, porque el evento habría desafiado la orientación del gobierno sobre el distanciamiento social, algo que los manifestantes fueron criticados hace más de dos semanas durante la «Operación Gridlock» (Operación Embotellamiento).
«Si voy a una protesta de distanciamiento social y sigo las reglas creadas por las personas contra las que protesto, me veo bastante tonto al final del día», comentó Howland.
La Policía Estatal de Michigan y la Policía del Capitolio impidieron que los manifestantes ingresaran a las cámaras, manteniendo al grupo dentro de la rotonda. A diferencia de la protesta de la ‘Operación Embotellamiento’, realizada hace aproximadamente dos semanas cuando los automóviles obstruían las calles, el tráfico se movía tranquilamente alrededor del Capitolio con algunos conductores tocando sus bocinas al pasar.