Por Joel Morales/ GRAND RAPIDS, MI
Máximo Cervera, de 62 años de edad, de Grand Rapids, no ha dormido mucho en los últimos 10 días, esto debido a que no ha sabido nada de su madre Martha Cervera, de 87 años de edad, quien vive en East Los Àngeles, California, ubicado dentro de la zona del estado que sufrió daños extensos durante una tormenta de lluvia el pasado lunes 5 de febrero.
El hombre quien nació en Chetumal Quintanaroo, México y quien años después se trasladó a Belize, le dijo a El Informador el lunes 12 de febrero, que se levanta varias veces durante la madrugada y lo primero que hace es marcar el número de teléfono celular de su madre, esperando escuchar su voz, pero no recibe respuesta.
«Me siento muy preocupado porque no he tenido ninguna comunicación con ella por siete días, desde que ocurrió la tormenta», dijo Cervera con una mirada de ansiedad, preocupación y temor. «Ella me llama todos los días por la mañana y hasta hoy no se nada de ella», agregó.
El beliceño dijo que su hermana mayor (Mercedes Cervera) también radica en la ciudad de Grand Rapids, pero que ella tampoco ha recibido noticias de la mujer anciana.
«Estoy comiendo muy poco ya que no tengo mucho apetito. Me la paso pensando en ella todo el día, esperando oír sonar mi celular y quisiera recibir una llamada de ella, que me dijera que todo está bien. Hasta ahora ninguno de la familia ha sabido nada de ella», también dijo.
Fue el lunes 5 de febrero que una lluvía masiva azotó el sur de California donde de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, cayeron 12.01″ pulgadas de lluvía en la ciudad de Bel Air, 11.91″ pulgadas en Sepúlveda Canyon, 11.87″ en Topanga Canyon y 11.50″ en Woodland Hills entre otras. Algunas áreas de Los Ángeles recibieron por encima de 11″ pulgadas de lluvia desde que empezó la tormenta que duró cinco días.
La tormenta, impulsada por «El Niño», el cambio climático y los rítmicos típicos de invierno ocasionó inundaciones, cierres de carreteras y que más de 800,000 mil personas perdieran la electricidad. A la vez, ocasionó más de 475 deslizamientos de tierra que mandó torrentes de barro de lodo por las calles, como inundaciones, casas derribadas, vehículos flotando en las aguas altas, entre otras cosas y desplazando a miles, resultando en 9 muertes allí.
De acuerdo con las últimas noticias del estado, cuatro personas perdieron sus vidas por árboles que cayeron durante la tormenta, tres murieron en accidentes automovilísticos, otro falleció al ser arrastrado en un canal de inundación y otro perdió su vida cuando intentó cruzar la frontera de México con Estados Unidos por el Río de Tijuana.
«Estoy muy preocupado», dijo el hispano. «Solo le pido a Dios que ella esté bien y que me pueda hablar pronto. Para mí se siente como un mes que no he oído nada de ella. La última vez que hablé con ella fue el domingo pasado 4 de febrero, que fue cuando me dijo que iba a ver una tormenta de lluvia y que iba a durar por tres días. Cada vez que llamo mi llamada se va a su mensaje de voz. Dicen que hay miles de personas sin luz en California. Òjala pronto haya luz para que pueda oír de ella», agregó.
Marcamos al número de teléfono de la Sra. Cervera y de inmediato salió el siguiente mensaje de voz: «Favor de dejar su mensaje al teléfono de Martha (213) 570-4980. Disculpe, el buzón está lleno. Para enviar una notificación SMS, presione «5», lo que se repitió tres veces y luego, gracias por llamar, a dios».
El hombre dijo que antes su madre vivía en la ciudad, pero que hace unos 10 años atrás se regresó a California para vivir cerca de sus parientes y familiares. Dijo que ninguna de su familia tampoco ha llamado para darle noticias de la mujer de la tercera edad.
«Acostumbro hablar con ella todos los días, pero desde el lunes pasado no he sabido nada de ella. Yo quiero oír de mi mamá, que ella está bien», terminó diciendo Cervera.
El martes 13 de febrero hablamos con la Cruz Roja para ver si podían proveer información sobre la mujer. Nos dijeron que iban a ver lo que podrían hacer y que llamaban al Sr. Cervera en unas dos horas.
A las aproximadamente seis de la tarde hablamos con el beliceño quien nos dijo que la Cruz Roja le había dado el número de teléfono de la policía y que cuando los llamó, le dijeron que nada había ocurrido, solo una tormenta.
Dijo, que cuando les dijo que había muertos, el oficial le dijo que nadie había muerto por causa de la tormenta y que la policía se molestó con él. «No me quisieron ayudar», dijo el hombre tristemente.
