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n su mayoría las personas que andan pizcando las frutas y verduras que muchos consumimos y compramos ya sea en supermercados o tiendas provienen de las manos de indocumentados.
Esas personas que se encuentran sin un estatus legal son las que tienen que hacer el trabajo que muchos de nosotros no nos atreveríamos a hacer.
Para las personas del campo que inician su jornada cuando sale el sol y terminan cuando se mete no existe una cuarentena, y el coronavirus no los detiene porque como dijo el gobierno “su trabajo es esencial” para que todos podamos tener comida sobre la mesa”.
Estas declaraciones por parte del gobierno son vergonzosas y a la vez dan coraje ya que por una parte los están poniendo como un eje principal del país y por otra les niegan un derecho tan simple de recibir el “estímulo económico”.
Y lo peor de todo es que los están excluyendo por el simple hecho de no tener papeles y aunque el gobierno les haya otorgado un número para pagar sus impuestos los están dejando fuera definitivamente de todas las ayudas.
Mil doscientos dólares más aparte el crédito de dan por los hijos parecieran poco para algunos, pero para ellos sería un gran apoyo y se los están negando aun cuando tienen hijos nacidos en EE.UU. no se los están dando.
Al decir que es una vergüenza por parte del gobierno, es porque esos políticos y burócratas no piensan más allá de sus intereses y cuando se llevan a la boca una manzana, una uva, un durazno o demás fruta o verdura es gracias a esas personas que rechazan y discriminan tanto.
Si la fuerza y eje del país son los indocumentados que trabajan para todos nosotros y el país no lo reconoce, todos los que tienen comida en la mesa que provenga de los campos debemos dar gracias a aquellos que sin papeles se ensucian y se lastiman las manos por todos nosotros.
