“De asalto con intento de cometer homicidio. Padece de una enfermedad mental”
Por Joel Morales
El Informador
GRAND RAPIDS, MI
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Javier Cano-Monarrez, de 34 años de edad, quien admitió haber atropellado a una mujer embarazada, a su amiga y a un niño de 1 año en septiembre del año 2016, fue hallado culpable de tres cargos de asalto con intento de homicidio y diagnosticado con una enfermedad mental el miércoles 14 de marzo en la Corte del Circuito 17 en Grand Rapids.
“Traté de matar a tres personas, quiero estar en prisión por vida, no quiero estar en un refugio”, indicó el hispano en un video presentado por la fiscalía durante el juicio, que fue tomado unos 20 minutos después del incidente adentro de una patrulla.
Durante el video de 28 minutos de duración se escucha cuando el agente de la ley le pregunta por qué los había atropellado, a lo que responde el hombre mexicano: “No tengo trabajo, no tengo dinero. En la prisión tendré un cuarto, cama y comida”.
“Este no es un caso de “Who dunnit”, una expresión en inglés que traducida al español significa “¿Quién lo hizo?”, señaló el fiscal asistente Faber a los miembros del jurado. “Este es un caso de un acto intencional que cometió el acusado”, argumentó contra la defensa de Cano-Monarrez quien exponía que su cliente estaba legalmente loco, lo que le hubiera dado al jurado la opción de encontrarlo “No Culpable”.
Durante todo el proceso judicial, el hispano estuvo sentado en silencio, su cabeza y mirada agachada y nunca demostró ninguna emoción visible.
Abigail Rubio Calzada, en ese entonces de 20 años de edad, estaba en su octavo mes de embarazo y esperando su segundo bebé. Caminaba con su hijo de 1 año en una carriola y Beatriz Mireles de 34, al cruzar la calle Naylor SW sobre la avenida Grandville SW fueron impactadas por la camioneta Ford F-150 que conducía Cano-Monrarrez.
“No sé de dónde salió la camioneta, volteé para mirarla y pensaba que se iba a detener”, dijo entre lágrimas Mireles, quien apenas llevaba dos días de haber llegado a la ciudad de Grand Rapids de visita de Tamaulipas, Matamoros, México. “Me pegó a mí pero no sabía que había impactado a mi amiga y a su bebé”, añadió.
Mireles testificó que gritó “¡Abby!”, luego la vio debajo de la camioneta con su cara toda destrozada y no sabía si estaba viva o muerta. “Parecía un muñeco de trapo”, explicó la mexicana. “Logró salir y la camioneta siguió”, agregó.
Al ser interrogada por la abogada Naesha Leys, de porque antes le había dicho a un detective que nunca había visto Cano-Monarrez, la hispana contestó: “Estaban pasando muchas cosas, ¿Cómo quiere que recuerde todas esas cosas? ¡No recuerdo!”.
El segundo testigo, quien pidió no ser identificado ni fotografiado, testificó que al pasar por la avenida ese día, miró a las mujeres y al niño sobre la calle y de inmediato levantó y tomó al niño quien estaba llorando, en sus brazos.
Cuando Abigail Rubio-Calzada entró al salón de corte con el apoyo de un bastón para caminar, todo ojo presente allí volteó a ver a la mujer que sobrevivió el accidente junto con su bebé, quien nació ese mismo día al ser sometida a una cirugía de emergencia.
“No me recuerdo siendo impactada por la camioneta”, testificó Rubio-Calzada, originaria del Distrito Federal, México, quien fue acompañada por su padre Fidel Rubio, de Michoacán, México. “Me comentan que muchas personas me fueron a visitar en el hospital, pero yo solo recuerdo a dos de ellas”, agregó.
Un policía y varios expertos concluyeron que el hispano, quien padece de esquizofrenia, estaba enfermo mentalmente al momento del incidente pero no legalmente loco.
El juez dijo que sentenciara a Cano-Monarrez en el mes de abril. El Informador, que fue el único medio de comunicación en asistir al juicio y a las audiencias judiciales del hispano, estará en la sentencia para informarles del castigo que reciba Javier Cano.
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