Editorial por Héctor Loya
De las licencias de conducir para inmigrantes indocumentados solo el recuerdo queda, hace más de 10 años que fueron retiradas del estado de Michigan y para mala fortuna no ha existido una legislatura con el suficiente peso y apoyo que las pueda devolver.
Los bandos en el senado siempre han estado divididos, republicanos vs demócratas, mismos que se han enfrascado en una lucha para ver si es coherente el devolverlas o no.
El alegato de devolución es muy bueno y para mi punto de vista es el correcto, los intereses del gobierno no deben sobrepasar a los beneficios que puede traer consigo esta iniciativa, los republicanos simplemente se han casado con la idea de la máxima deportación de inmigrantes, mismos que no ven más allá de eso y su juicio es nublado por ello que no les permite ver lo beneficioso que es otorgar una licencia de conducir a un inmigrante indocumentado.
Mayor seguridad, salud, acceso a una mejor calidad de vida, mejores oportunidades económicas, mejores empleos, les permitirá comprar automóviles y seguros, lo que traerá una mejor seguridad vial, estas son algunas de las muchas ventajas que puede traer consigo aprobar una legislatura de estas magnitudes.
La ciudad de Grand Rapids ya lo dijo: “Apoyamos esta legislatura” incluso ya mandó una carta para la gobernadora y los legisladores, a su vez la Junta de Educación de Las Escuelas Públicas de Grand Rapids brindó su apoyo y esperan crear una resolución que de apoyo y más peso para que sea posible.
El fundamento de la Junta de Educación de Las Escuelas Públicas es muy bueno, la verdad siempre pensamos en los beneficios económicos y sociales que puede traer consigo, pero siempre dejamos de lado a las familias y la junta lo retoma en sus argumentos a la perfección, debemos de imaginarnos la presión que sienten esos pequeños que viven con el estrés de que sus padres sean detenidos y deportados, además por miedo sus papas no participan activamente en su escuela y no se integran en actividades extracurriculares, el no tener una licencia simplemente los limita en todos los aspectos y ámbitos educativos de sus hijos.
Grand Rapids ha dado un paso más y se ha sumado a los esfuerzos de los demás condados y ciudades que han creado iniciativas apoyando a esta legislatura.
A pesar de que el camino aún es largo, todos esperamos que muy pronto el sueño se convierta en realidad y por fin Michigan figure entre la lista de los estados que da licencias de conducir a inmigrantes indocumentados. ¡No hay que perder la fe!