Los Ángeles, 15 sep (ELINFORMADORUSA/EFEUSA).-
«Nos convirtieron de nuevo en enemigos del estado, en una minoría escabrosa, criminal e indeseable para la cultura de Estados Unidos», opinó en unas declaraciones a Efe el profesor de la Universidad de Houston Nicolás Kanellos.
El académico asegura que hay un creciente rechazo a la comunidad latina y ello se debe en gran medida al presidente estadounidense, Donald Trump, cuya retórica contra la inmigración alimenta las demostraciones de odio.
El pasado 3 de agosto Patrick Crusius, de 21 años, entró armado en un centro comercial en El Paso, zona fronteriza con México, y mató a 22 personas, ocho de ellos ciudadanos mexicanos.
De acuerdo a los documentos de la investigación, el acusado confesó a la Policía cuando fue detenido que su objetivo era matar «mexicanos» y reconoció que fue él quien abrió fuego contra una multitud en una tienda Walmart de El Paso a la que suelen acudir a comprar muchos ciudadanos mexicanos.
Kanellos no responsabiliza a Trump de aquel baño de sangre, pero coincide con el profesor de Historia y Estudios Latinoamericanos en Pomona College (California) Miguel Tinker Salas, quien advierte que los latinos, y especialmente los mexicanos o sus descendientes, experimentan «un gran nivel de hostigamiento» hoy en día.
Aunque las proyecciones del Centro de Investigación Pew reflejan que para las elecciones de 2020 los hispanos serán la primera minoría, con un 13,3 % del total de votantes, Tinker Salas cree que la estrategia de Trump, que buscará la reelección, será atacar a los latinos e inmigrantes y crear la sensación de que defiende los valores del país.
Kanellos resalta además que «la cultura de Estados Unidos se basa mucho en la cultura y la historia de los hispanos en América».
El profesor menciona documentos que datan del siglo XVI y que prueban que «a los hispanos se les debe la introducción de industrias vitales para el desarrollo económico de Estados Unidos, la mano de obra y el planteamiento de ideas que ayudaron a construir la democracia que hoy existe».
Tinker Salas estima que los reconocimientos con motivo del mes de la Herencia Hispana deberían comenzar por erradicar las restrictivas políticas migratorias emprendidas por la actual Administración en la Casa Blanca.
Este año la celebración al legado hispano, iniciada en septiembre de 1968 cuando el Congreso autorizó al entonces presidente Lyndon B. Johnson a proclamar la Semana Nacional de la Herencia Hispana, arranca días después de la entrada en vigor de una polémica normativa sobre asilo.
El pasado jueves las autoridades estadounidense comenzaron a denegar asilo a los indocumentados en la frontera sur que hayan pasado por México u otros países sin haber pedido allí esta protección, tras el espaldarazo a esta medida que dio el día anterior el Tribunal Supremo.
Kanellos señala que «debería haber menos bailes folclóricos y más organización política, menos comidas típicas latinas y más reclamos de derechos civiles» en este Mes de la Herencia Hispana, precisamente extendido a 30 días a partir de 1989 y durante el que se entregan los Premios del Legado Hispano.
Considerados uno de los galardones de más prestigio otorgados a los latinos, este año irán a parar, entre otros, a la científica Sylvia Acevedo, directora ejecutiva de Girl Scouts; Mónica Ramírez, fundadora de Justice for Migrant Women y de la Alianza Nacional Campesina; el actor Eugenio Derbez y el boxeador Saúl «Canelo» Álvarez.
Mindy Romero fundadora del California Civic Engagement Project (CCEP), considera que los latinos tienen una gran oportunidad para demostrar su poder en las próximas elecciones presidenciales, pero reconoce que las usuales bajas tasas de participación de los electores hispanos les resta peso.
Kanellos agrega que la comunidad latina debe entender que «este país les pertenece y que son responsables de reformar la cultura nacional para lograr una representación justa, libre de señalamientos y de odio.
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