Los Ángeles, 9 abr (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
La queja presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles en San Diego (ACLUF-SDIC) y el Servicio de Familia Judía (JFS) se basa en el caso de una guatemalteca de 27 años que dio a luz en febrero pasado en una estación de la Patrulla Fronteriza cerca a la frontera entre California y México.
La acción pide a la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS OIG) investigar el caso de Ana, como fue identificada la mujer.
La migrante guatemalteca de 27 años habría comenzado su labor de parto cuando estaba de pie, aferrada a un bote basura, y aún tenía puestos sus pantalones.
Según la denuncia, Ana pidió ayuda repetidamente a los oficiales de la Patrulla Fronterizaque estaban realizando los trámites, y les dijo sobre los dolores que sentía.
El alumbramiento ocurrió el domingo 16 de febrero en horas de la tarde después de que la migrante había sido detenida con su esposo y dos hijos de la pareja tras ingresar a territorio estadounidense.
Sin embargo, los agentes habrían ignorado la urgencia de la situación y en cambio le pidieron en repetidas ocasiones a la mujer que se sentara y esperara a ser procesada, indicó a Efe Monika Y. Langarica, abogada de ACLU en San Diego.
«Esto se caracteriza como nada menos que abuso. No hubiera pasado si la CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, a la que pertenece la Patrulla Fronteriza) en vez de transportar a la familia a la estación para ser procesada los hubiera llevado a un hospital cuando los arrestaron y ella exigió cuidado médico», consideró Langarica.
El bebé nació 30 minutos después de que la guatemalteca llegó a la estación policial, parcialmente “dentro de sus pantalones (de la migrante)» subraya la acción legal.
La queja además urge a la OIG a implementar las recomendaciones dadas por ACLU en enero pasado sobre el trato de mujeres embarazadas en custodia de la corporación policial.
Las recomendaciones incluyen que las autoridades fronterizas dejen de arrestar a mujeres embarazadas, y que liberen a las que tienen en custodia.
También ACLU exige que a las embarazadas que ingresen a territorio estadounidense se les garantice el cuidado médico y apropiado, y además que estas migrantes no sean parte de programas como el de «Permanecer en México», que envía a los solicitantes de asilo a esperar en el país vecino el trámite de sus solicitudes.
«A raíz de esta denuncia de hoy estamos exigiendo que cuando la CBP encuentre o arreste a embarazadas las transporte inmediatamente a hospitales para recibir evaluación médica apropiada», apuntó Langarica.