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Desde que inició la pandemia muchas cosas tuvieron que cambiar para nuestro estado y poco a poco se han tenido que reincorporar bajo las decisiones de la gobernadora Gretchen Whitmer.
Para salvar y proteger la integridad y la salud de los habitantes del territorio estatal la gobernadora ha tenido que firmar órdenes ejecutivas con las cuales ha cerrado tanto negocios, como educación, actividades recreativas y demás aspectos de la vida cotidiana que poco a poco se han ido reintegrando, no en su totalidad, a la nueva normalidad.
Estas decisiones le han costado un sinfín de críticas e incluso amenazas ya que la han catalogado como dictadora por darse poder a ella misma con la extensión en múltiples ocasiones del estado de emergencia en Michigan.
Sin embargo, estudios recientes han revelado que este tipo de acciones han rendido su fruto he incluso han sido comparadas con la de otros estados que iniciaron su cuarentena de manera tardía o reactivaron su economía rápidamente y ahora están pagando las consecuencias con números de contagios exagerados por día.
A pesar de que Michigan fue uno de los estados que se vio duramente afectado por los contagios y que a pesar de que mantenemos un número significativo de contagios, el panorama hubiera sido mucho peor sino se hubieran tomado acciones rápidamente.
Aunque sea criticada y atacada tanto personal como políticamente sabemos en el fondo que sus decisiones son las correctas, más por el impacto que se vendrá en un futuro.
Esperemos que todos los sectores de la sociedad entiendan la necesidad de preservar la salud y seguir bajo la misma línea la reactivación gradual de todo el estado.