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ues resulta que el día de juzgar a Donald Trump llegó y los demócratas tenían la firmeza y sobre todo las esperanzas de que el senado lo pudiera encontrar culpable de los cargos impuestos sobre abuso de poder.
Sin embargo, el resultado no fue lo que ellos esperaban ya que el veredicto final fue “ NO CULPABLE” y Trump salió victorioso esa noche después de la reunión.
El Senado controlado desestimó las acusaciones contra el presidente de que actuó incorrectamente al retener la ayuda militar estadounidense a Ucrania. La votación del Senado fue de 52-48.
Con un trago amargo por el sabor de la derrota, a la bancada demócrata no le quedó más que torcer la boca, rechinar los dientes y aceptar que no pudieron contra el soberano de la nación Norteamericana.
Pero este resultado ya se veía venir, porque que más se podía esperar de un senado conformado por su mayoría por republicanos, tal vez los demócratas esperaban que los republicanos se cambiaran de bando y traicionaran a su gobernante votando en su contra.
Pero para su mala fortuna esto no pasó, solo un republicano votó en contra de Trump, pero con eso no les alcanzó y el veredicto final nombró a Trump como el campeón absoluto de la lucha llamada “Impeachment”, un juicio político que no les sirvió para nada.
Suerte para la próxima demócratas ya que esta vez no pudieron hacer nada contra el presidente de Estados Unidos, el cual seguirá haciendo de las suyas mientras tenga el poder y el apoyo del senado republicano.
