Editorial por Luis Molina
Durante la pandemia muchos fuimos testigos de cómo cientos de personas se dieron el lujo de parar de trabajar y no por la pandemia sino porque optaron por no seguir trabajando ya que en ese tiempo era mejor pedir el desempleo más aparte el chequecito de los seiscientos dólares del gobierno, así que en ese momento ganaba más el que no trabaja que el que si trabajaba.
Tan pronto se terminó la pandemia miles de empresas buscaban desesperadamente trabajadores, pero como seguían los estímulos del gobierno los amantes de la flojera preferían seguir en casa y muchos se daban el lujo de elegir el trabajo que más quisieran y más les convenía.
Seguido miraba en los comentarios de las empresas a las cuales yo anunciaba las vacantes disponibles que muchos decían «eso que pagan es muy poco, están locos, quien vive con eso, que se queden con sus trabajos, si no me pagan por lo menos a cuarenta la hora mejor me quedo en casa».
Ahora la tortilla se volteó, últimamente muchas de esas personas buscan un trabajo y ya quisieran que les pagaran lo que se les ofrecía, pero las cosas han cambiado. Ahora las empresas requieren gente que hasta tenga experiencia en lo que buscan, que hablen y entiendan el inglés y no hablemos de los papeles, ahora en su mayoría están checando los documentos a todos los aplicantes.
Mi sugerencia es, si usted tiene empleo cuídelo y no se dé el lujo de salirse de él simplemente porque no está contento, si lo hace busque otro empleo antes de, porque ahora mismo las empresas están solicitando más requisitos en Michigan y no hay tantos empleos disponibles como antes que muchos renegaron por la paga y se daban el lujo de elegir, las cosas han cambiado.
