Por Joel Morales
El Informador
WYOMING, MI
joel@elinformadorusa.com
Lovily Johnson, de 22 años de edad, de Wyoming, acusada de la muerte de su bebé Noah de seis meses, le confesó a la policía el miércoles, 19 de julio, un día antes de ser arrestada por abuso infantil en el 1er grado, que no le dio nada de comer a su hijo por dos días antes de que falleciera.
También, que tuvo el bebé en una silla infantil en un cuarto en el segundo piso del apartamento de una casa ubicada en el 2657 de la avenida McKee SW, a una cuadra norte de la Calle 28 y al este de la avenida Clyde Park, sin aire acondicionado cuando las temperaturas el lunes y martes, 17 y 18 de julio, subieron a los 82° y 85° grados Fahrenheit.
Apareciendo en la Corte de Distrito 62-A en Wyoming vía video el lunes, 24 de julio, la mujer mostro una expresión de incredulidad al escuchar los cargos en su contra.
“Eres acusada de los cargos de homicidio y abuso infantil en el primer grado”, le dijo el juez Steven Timmers a la mujer. “¿Entiendes de lo que eres acusada?”, le preguntó Timmers.
“No”, respondió la madre, bizqueando los ojos en dirección del monitor de donde le hablaba el magistrado.
“¿No entiendes los cargos en tu contra?”, de nuevo le volvió a preguntar el juez, repitiendo los cargos de los cuales es acusada, quien, a la segunda vez, dijo que los entendía.
La policía dice que la mujer llevó a la criatura a la sala de emergencia del hospital de niños Helen DeVos en Grand Rapids, pero que ya estaba muerto. También, que las enfermeras allí informaron que llevaba tiempo de haber fallecido.
“La mujer, conscientemente e intencionalmente, privo al bebé de las necesidades de la vida al no alimentarlo desde el lunes por la tarde”, escribió un agente de la ley en la orden de arresto de la mujer.
El fiscal del Condado de Kent, Chris Becker, dijo que la madre podría enfrentar una pena de cadena perpetua si es hallada culpable de los cargos.
La mujer, al igual, admitió bajo la interrogación de detectives, que la criatura estuvo bajo su tutela solamente, cuatro días antes de llevarlo al hospital.
El juez Timmers ordenó que la mujer fuera hospedada en la Cárcel del Condado de Kent sin ninguna fianza.