“Exhorta a padres a poner más atención a sus hijos”
Por Joel Morales
El Informador
GRAND RAPIDS, MI
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La madre de una de las dos alumnas latinas de la escuela Catholic Central en Grand Rapids que presuntamente fueron asaltadas sexualmente por un joven del centro educativo, durante una entrevista con El Informador el sábado 17 de marzo en su casa, indicó que la escuela intentó encubrir el incidente y aconsejó a los padres hablar más con sus hijos.
El miércoles 14 de marzo su hija llegó de la escuela, saludó, se encerró en su recámara y se durmió la mayor parte de la tarde, un comportamiento que encontró muy raro.
“Le pregunté qué pasaba y me dijo que nada, que todo estaba bien. El próximo día me rogó que no la mandara a la escuela, y le dije que si algo le había sucedido que me dijera, pero se quedó callada y la mandé a sus clases”, comentó la hispana.
De acuerdo con la madre, el viernes 16 de marzo su hija le contó a una amiga mexicana lo que le sucedió. Por su parte, la amiga le confesó que el joven también la había violado y tocado de manera inapropiada a ella, y en su momento alertó a la oficina de la escuela católica de la situación.
“Tengo mucho coraje con la escuela. Siento que me falló. Yo confiada, dejando a mi hija allí para que la educaran, para que esto pase con varias niñas y más de una vez”, expresó la madre latina.
Cambiando del enojo a las lágrimas la mujer oriunda de un país latinoamericano, quien quiso permanecer anónima para proteger la identidad de su hija. Señaló que un estudiante del grado 11 en la misma escuela, la forzó adentro del baño de los varones y le metió la mano por debajo de su falda y de su ropa interior.
La madre fue contactada por la escuela el viernes alrededor de las 2 de la tarde y mientras le informaban de las averiguaciones preguntó si habían llamado a la policía.
“Me dijeron que habían llamado a la policía y me dieron el nombre de un detective, pero cuando yo lo llamé y le preguntó que estaban haciendo sobre el incidente, me dijo, ¿De qué hablas? Yo ni siquiera estoy trabajando hoy”, indica la mujer latina. “La escuela no llamó a la policía, yo tuve que marcar al 9-1-1”, agregó.
Comenta que la escuela quiso tapar lo que había ocurrido, y hasta habían permitido que el acusado permaneciera en sus clases hasta el final del día cuando fue arrestado en el estacionamiento de la escuela ubicada en el 319 del Sheldon Boulevard SE.
Algo de lo que la hispana no estaba enterada ese día, es que la escuela si había notificado a la policía y que las autoridades de inmediato empezaron una investigación del incidente.
El lunes 19 de marzo hablamos con la Sargenta Catherine Williams, oficial de información pública para el Departamento de Policía de Grand Rapids, quien confirmó que la escuela no marco al 9-1-1 pero si llamó a la policía para evitar que se armara un escándalo en la institución.
“Si hubiera llamado al 9-1-1, patrullas hubieran respondido a la escuela y quizás esto hubiera espantado a las alumnos y hasta interrumpido las clases, lo que los oficiales de la misma no querían que sucediera”, expuso la sargenta Williams.
Cuando le preguntamos por qué le habían permitido al acusado permanecer adentro de la escuela mientras que las presuntas víctimas también se encontraban allí, la oficial de información pública señaló que los detectives estaban conduciendo su investigación del incidente y no iban a ir al salón donde estaba el estudiante y arrestarlo frente a los otros alumnos sin primero tener información de que había ocurrido un crimen.
La madre de familia expresa estar sentida porque hasta el sábado mientras la entrevistábamos, nadie de la escuela o la Diócesis de Grand Rapids la había llamado para disculparse por lo que su hija pasó. Sin embargo, al final de nuestra entrevista, la hispana recibió una llamada de una consejera de la escuela preguntando sobre el bienestar de su hija.
Ese mismo día a las aproximadamente 3:50 de la tarde, el director de la escuela Greg Deja, envió una carta a los padres de la escuela, informándoles del incidente diciendo en parte: “Quiero asegurarles que el equipo administrativo de la escuela tomó acción rápida, reportando la situación de inmediato al Departamento de Policía y luego siguiendo sus recomendaciones en cómo proceder”.
“Agradezco las oraciones y preocupaciones extendidas a la comunidad de Catholic Central desde ayer (viernes 16 de marzo). Creemos que la seguridad y bienestar emocional de todos los estudiantes es crucialmente importante. Nuestras inquietudes principales son para las víctimas y sus familias, y para asegurar que estamos haciendo todo lo que podemos para proveer un ambiente seguro”.
El lunes 19 de marzo, Cameron Cross de 17 años de edad, apareció en la Corte del Distrito 61 en Grand Rapids y El Informador estuvo presente para atestiguar cuando la juez Kimberly A. Schafer formalmente le leyó los cargos en su contra, lo que incluye un cargo de asalto con intento de cometer penetración sexual, un cargo de Conducta Criminal Sexual en el 3ero Grado y dos cargos de Conducta Criminal Sexual en el 4to Grado.
Al ser hallado culpable de los cuatros cargos, Cross quien ha sido suspendido de la escuela y al cual la juez le impuso un toque de queda de 7pm a 7am, enfrentaría más de 25 años en prisión.
La madre latina indicó que trabaja mucho para pagar la matrícula de $11,000 mil dólares para mandar a su hija a Catholic Central High School, pero el incidente le ha enseñado que no ha valido nada trabajar tanto.