México, 11 may (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
«La pandemia que tenemos no es la peor, la peor es la de desaparecidos. ¿Cuántas personas han muerto por esta enfermedad y cuántos desaparecidos y feminicidios hay todos los días?», dijo a Efe Patricia, cuyo hijo forma parte desde 2011 de los más de 60.000 desaparecidos en México.
El COVID-19, que lleva 3.353 fallecidos y 33.460 enfermos confirmados, obligó a suspender la marcha anual de madres de personas desaparecidas, pero un grupo de unas 30 mujeres se concentró de todas formas en el Monumento a la Madre de la capital con cubrebocas inscritos con el mensaje «¿Dónde están?».
LA CUARENTENA NO FRENA SU DEMANDA
Las autoridades pidieron a las familias mexicanas no reunirse para evitar contagios y celebrar desde la distancia el Día de las Madres, pero las mexicanas que buscan a sus hijos no tienen esta opción.
Para Patricia, salir a la calle este 10 de mayo es más importante que nunca porque hay que exigir que «no se pare la búsqueda» a pesar de la crisis sanitaria.
Según datos oficiales, México acumula 61.637 personas desaparecidas, la mayoría entre 2006 y 2019, además de 37.000 fallecidos pendientes de identificar.
«No me importa que no haya marcha, de todas formas iba a venir aquí a recordar, más que nada», explicó por su parte Irma, cuyo hijo fue secuestrado en 2012.
Desde hace ocho años, Irma se traslada cada Día de las Madres desde el vecino Estado de México hasta la capital junto a sus otros tres hijos para recordarlo.
«Más que nada te mata la incertidumbre de no saber qué pasó con él, si está vivo o muerto. El Ministerio Público nunca me apoyó», relató.
En ciudades como la norteña Monterrey, grupos de mujeres desplegaron pancartas exigiendo la búsqueda de desaparecidos y en la víspera hubo una concentración en Guadalajara similar a la de la capital.
LA ONU PIDE SEGUIR LAS BÚSQUEDA
En la misma línea que las madres, la ONU pidió este domingo a las autoridades mexicanas continuar durante la pandemia de COVID-19 la búsqueda de víctimas de desaparición forzada en el país, aunque aplicando las medidas sanitarias necesarias para evitar contagios de coronavirus.
«En el actual contexto de la pandemia por COVID-19, la búsqueda de las personas desaparecidas y las investigaciones deben continuar a través de acciones puntuales que no violen las medidas de protección de la salud», expresó en un comunicado el Sistema de las Naciones Unidas en México.
Entre los trabajos que se pueden hacer a pesar del confinamiento, la ONU señaló la actualización del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas.
Con motivo del Día de las Madres, la ONU aplaudió las tareas de búsqueda que durante años han hecho las madres desaparecidos en el país e instó a las autoridades y a la sociedad a apoyarlas.
El Gobierno de México anunció el pasado agosto que dio luz verde al Comité de la ONU contra las Desapariciones Forzadas participar en la búsqueda de mexicanos desaparecidos en una misión programada para el segundo semestre de 2020.
Aunque la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014 centró la atención mediática internacional, la crisis de desapariciones se inició en los años 60 con la llamada guerra sucia que emprendió el Gobierno contra opositores.
La guerra militar contra el narcotráfico iniciada en 2006 por el presidente Felipe Calderón (2006-2012) recrudeció las desapariciones. Desde ese año, las autoridades han encontrado 4.974 cuerpos en 3.024 fosas clandestinas, la mayoría en los estados de Tamaulipas, Chihuahua, Guerrero, Sinaloa y Jalisco.
UN DÍA DE LAS MADRES ATÍPICO
El Día de las Madres es una fecha casi sagrada en México desde que comenzó a celebrarse en 1922. Desde entonces, cada 10 de mayo las familias se reúnen y hacen regalos a madres y abuelas.
No obstante, este año, por primera vez, las autoridades exhortaron a los ciudadanos a no visitar a sus madres para evitar la propagación del COVID-19.
En localidades de todo el país se cerraron los cementerios, para que la ciudadanía no fuera a visitar a sus madres fallecidas, así como pastelerías y floristerías con el objetivo de evitar festejos y aglomeraciones.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, pidieron a través de un video a los ciudadanos festejar esta jornada desde la distancia y dedicaron a las madres mexicanas la canción «Amor eterno» de Juan Gabriel.
Para hacer más llevadera la jornada, varias serenatas se concentraron frente a vecindades y hospitales del país para dedicar las tradicionales «Mañanitas» a las madres confinadas por la pandemia y a las que trabajan atendiendo a enfermos de COVID-19.
También se programaron conciertos retransmitidos por internet de agrupaciones de mariachis, muy golpeadas económicamente por la cuarentena, y reconocidos cantantes como Tania Libertad o Alejandro Fernández.