“Policía amenazó con arrestar a participantes”
Por Joel Morales
El Informador
WYOMING, MI
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Unas aproximadas 120 personas tomaron sus quejas en contra del trato de la comunidad inmigrante en el país a la calle poco antes de las 5 de la tarde el martes, 28 de febrero, en Grand Rapids, deteniendo el tránsito en una intersección e incomodando a los conductores.
Por lo visto durante una protesta en Calder Plaza previo a la marcha, fue la idea del grupo la de incomodar a las personas que navegaban por la calle Michigan NE y la avenida Ionia NW a la hora de la salida del trabajo.
Lindsey Rosa, cuyo esposo es originario de Honduras, fue una de unas ocho personas que se dirigieron a las personas reunidas durante la protesta, frente a dos banderas americanas.
“Mi esposo salió del país para arreglar sus papeles y regresó años después, pero el estrés de la separación ocasionó un divorcio”, dijo Rosa. “Si su familia está pasando por algo similar, busque la compañía de otras familias que hayan pasado por algo similar y que los comprendan. Dios está con ustedes, no los ha olvidado y no permitan que el gobierno los destruya”, agregó.
Un joven por nombre Brandon, quien dijo que había cruzado la frontera a los 6 años de edad, compartió la importancia del programa DACA para él, lo que significa que puede manejar, ir a escuela y estudiar una carrera para tener un futuro mejor.
“No soy un criminal, no soy un violador, soy un ser humano”, dijo el joven a aplausos.
Mientras otros también hablaban, Sheila Rodríguez y Araceli Campos sostenían una bandera frente a la escultura La Grande Vitesse y las oficinas de la ciudad en Calder Plaza, con el mensaje: “Dejaremos de interrumpirlos cuando dejen de interrumpir a nuestras familias”.
El grupo luego se dio marcha hacia el norte por la avenida Ottawa NW, subiendo la Calle Michigan y una vez llegó a la intersección con la avenida Ionia NW, comenzó a darle vueltas a la misma, impidiendo el flujo de los vehículos que transitaban esa área a esas horas lo que causó que varios conductores se molestaran, y hasta uno que intentó pasar por la cadena de personas.
Vimos cuando llegó un policía y hablaba con el conductor de una camioneta que intentaba pasar por en medio de la cadena de personas que marchaban en la calle Michigan NE, luego cuando llegaron otros agentes de la ley, quienes hablaron con los abogados de Avanti Law Group, PLLC, entre ellos el abogado Robert Álvarez, pero al no poder escuchar la conversación entre ellos, le preguntamos al abogado Álvarez, qué es lo que había transcurrido.
“Le dijimos a la policía que tenemos el derecho a la libertad de expresión y de congregarnos, y que si tenemos que marchar para que nos escuchen, van a tener que arrestarnos”, dijo Álvarez. “Esperamos que la policía les permita a los manifestantes marchar, cumplan con la constitución, y que sirvan y protejan”, agregó.
En un comunicado que llegó a nuestra redacción a última hora, el propósito de la protesta y marcha fue para demandar dignidad y respeto para la comunidad inmigrante, y el reconocimiento de las contribuciones de los inmigrantes a la economía por su labor y consumo.
María de Jesús Becerra y Guadalupe Delgado, de Wyoming y Guadalajara, Jalisco y Grand Rapids y Durango, México respectivamente, asistieron a la protesta y marcha.
“Me molesta el racismo de las políticas del nuevo presidente, porque toda la gente está asustada. Yo estoy asustada y mis hijos están asustados”, dijo Jesús Becerra. “Me gustaría que se le conmoviera el corazón un poco, por la desunión de las familias que están apartando”, agregó.
De su parte, Delgado dijo que con todo lo que está ocurriendo en el país, su hijo de 17 años de edad, un ciudadano americano le pregunta, “¿Qué soy yo, mexicano o americano? ¿Si nos mandan todos para México, cómo le haría yo?”
Durante la marcha, muchos de los conductores que pasaban por el lado de los participantes tocaban sus bocinas en apoyo de los mismos, solo oímos a unos pocos que gritaron en oposición.