Editorial por Luis Molina
Desde hace ya varios años que el evento del Metro Cruze se ha caracterizado por reunir a miles de personas en el Oeste de Michigan que van deseosos de ver la exhibición de autos de lujo.
En dicha exposición, año con año, somos testigos de los hermosos autos clásicos, los carros de lujo, los 4×4 y muchos más que nos dejan con la boca abierta y deseosos de poder ser el dueño de alguno de ellos.
Este evento es muy bueno en muchos sentidos principalmente para la ciudad, ya que al ser una de las exposiciones de autos más grande del país deja un derroche económico y altas ventas para los negocios que en él participan.
Sin embargo y pese a todo esto, hay un punto que ha sido negativo y es que ha perdido su enfoque de lo que era antes. En sus inicios solo se centraba en la exposición de autos antiguos y poco a poco fueron agregando los modernos he incluso las motos.
Por otra parte, este evento, para mala fortuna, se ha desenfrenado ya que cada vez más gente hace uso de sus automóviles para andar quemando llanta y andar patinando, cosa que representa un gran peligro para los asistentes al evento.
En un panorama no muy lejano cualquier auto con esa potencia podría perder el control y dirigirse a la multitud y causar una desgracia. Recordemos que a este evento acuden cientos de familias completas y van desde pequeños hasta ancianos y que una tragedia suceda costaría la vida de personas.
Muchos de estos conductores lo hacen por imprudencia, por andar presumiendo sus autos y otros tantos por andar bajo el influjo del alcohol, cosa que es peor. Este artículo es para reflexionar y no perder el enfoque de las cosas, el cual es y ha sido siempre el ir y admirar los bellos autos que ahí se exhiben no para andar poniendo en riesgo a la gente que ahí se divierte.